León rehabilita el colector periférico con una técnica pionera sin hacer obras

«Las infiltraciones que sufre el colector periférico hace que lleve a la depuradora más del doble de agua de que debería» JOSÉ TORAL, ingeniero municipal de Vías y Obras Una técnica pionera que combina el uso de nuevas tecnologías y materiales de impermeabilización se utiliza por primera vez en León para rehabilitar uno de los desagües más importantes de la ciudad. El colector periférico, que data de 1969, sufre importantes grietas y desperfectos en gran parte de su trazado, de más de cinco kilómetros de longitud, desde la calle Nazaret, en el barrio de La Inmaculada, hasta el río a la altura de Puente Castro. Las infiltraciones de las capas freáticas y aguas pluviales sobrecargan la estación depuradora de aguas residuales con líquidos que no necesitan ser purificados y, por otro lado, la expulsión por esas mismas grietas de las aguas fecales que circulan por el colector hace que lleguen al río de forma descontrolada y sin depurar. Para solucionar estos dos problemas se incluyó la reparación del colector periférico dentro de una nueva obra, la construcción de colectores de recogida de aguas residuales y pluviales del área oeste de León y su alfoz, cuyo coste ronda los 9,5 millones de euros y es financiado 70-30% por la Comisión Europea y el Ayuntamiento de León. La unión temporal de empresas Colectores León es la adjudicataria de la obra y la reforma, que ha contratado los servicios especializados de una empresa que rehabilita colectores en toda Europa. El colector periférico de León es la obra de más envergadura que desarrolla esta sociedad albaceteña, dadas las dimensiones del desagüe, de forma ovoide y que alcanza medidas variables, de 60 por 90 centímetros y de 140 por 210 centímetros, según los tramos, según explicó el ingeniero municipal José Toral. La obra, ya ejecutada en la calle Nazaret, se realiza ahora en tramos del polígono X y de las piscinas de La Palomera. Previamente se realizó un estudio del estado del colector mediante una cámara robot que circula radiodirigida o transportada por un operario, en función de los tramos. El Ayuntamiento tiene más de 60 horas de cintas de vídeo grabadas para seguir el antes y el después de la rehabilitación desde las mismas oficinas municipales. Es el «moderno» sistema del que se vale el ingeniero para certificar oficialmente la obra. Una vez hecho el diagnóstico se decide el tramo a rehabilitar y se procede a la limpieza del mismo. Sólo de esta forma se puede introducir una manga de diversos materiales -pvc o poliéster con hormigón armado- que se adherirán al colector viejo por el efecto de rayos ultravioleta o aire a presión que se consigue con agua caliente. «Por efecto del calor el material se polimeriza, el colector queda completamente liso y ya no entra agua», subraya el ingeniero municipal. Para realizar esta operación, el tramo del colector sobre el que se interviene tiene que quedar vacío y sin servicio temporal. Esto se consigue colocando tapones en los dos extremos y desviando las aguas residuales por colectores provisionales como el «by-pass» que desvías las aguas fecales del periférico entre el parque de La Granja y el Polígono X. Con este sistema, «se evita hacer obras que supondrían más coste y molestias», precisa Toral, aunque en ciertos tramos, sobre todo al final del colector, se cambia el trazado para hacerlo coincidir con calles existentes o previstas en el Plan de Ordenación Urbana. «Se trata de un sistema novedoso pero muy fiable y duradero», asegura el director técnico del grupo de empresas AGE, José Fernández. Esta empresa especializada realiza la rehabilitación del colector periférico leonés con el apoyo de equipos italianos y alemanes que a su vez son expertos en el fraguado con métodos de calor por agua y rayos ultravioleta respectivamente. Si el colector actual ha resistido cerca de cuatro décadas, con la reparación doblará su utilidad «con más garantía que la obra nueva» pues este material admite cualquier tipo de vertido (incluídos ácidos y otras sustancias a los que el hormigón es menos resistente). «Se trata de la obra de más envergadura que hemos realizado hasta ahora en Europa, por tratarse de un colector ovoide, que presenta medidas variables a lo largo de su trazado», precisa. Los colectores ovoides tienen «mejor funcionamiento hidráulico», pero la mano de obra para realizarlos es más cara por lo que actualmente se tiende a hacer colectores circulares de diámetros que alcanzan hasta los tres metros. Recientemente, la empresa albaceteña restauró dos kilómetros de un colector de estas características en Sevilla.