Las empresas de placas solares suman tantos pedidos como en dos décadas

La instalación de paneles solares para agua caliente y calefacción en la provincia de León ha registrado un incremento espectacular en el cuatrienio 2001-04, último del que existen estadísticas provincializadas, pasando de sólo 206 metros cuadrados testimoniales a 2.129, cifra que se incrementó de nuevo en un millar más, como mímino, a lo largo del 2005. Para este año las empresas instaladoras tienen pendientes pedidos que añaden un aumento de demanda no inferior al 50% sobre lo acumulado anteriormente. En la provincia trabajan actualmente una veintena de empresas instaladores de este tipo de sistemas energéticos, la mayoría de ellas todavía de dimensión familiar, aunque con un volumen de negocio que se dispara cada año. Según el director de una de ellas, Energía Solar, Alejandro Aranda, no hay estadísticas oficiales sobre el número de viviendas que utilizan al día de hoy energías alternativas o complementarias a la electrica o las no menos clásicas de gas, gasoleo y carbón para servicios de calefacción y agua caliente doméstica, pero su número puede estimarse en un millar y en no menos de cinco mil para el conjunto de la comunidad autónoma. Esta estimación cuadra en lineas generales con las cifras que da el Ente Regional de la Energía (EREN), según el cual en el 2004 había instalados 30.753 metros cuadrados en la autonomía, de los que León acapara aproximadamente el 20%, en un porcentaje equivalente a su cuota de población. Sin datos por provincias el EREN eleva esta cifra a 47.000 metros de Castilla y León en el 2005 y dice tener para el 2006 peticiones para 35.000 metros más, a la espera de las correspondientessubvenciones oficiales. Partir de cero Los paneles de energía solar comenzaron a instalarse en la autonomía como signo de distinción social para chalets muy ricos hace dos décadas y media, aunque las teorías ecologistas comenzaron a popularizarlas -al menos relativamente- hace una entre las clases medias. El atraso tecnológico y hasta el clima local hacían impensable que los paneles solares pasaran en León de ser un juguete doméstico para las clases altas. En el 2001, por ejemplo, se instalaron en León sólo 206 metros cuadrados de paneles que en el 2004 subieron ya a 2.129, lo que, dividido entre una media de cinco metros por chalet, da poco más de quimientas viviendas. Ahora se calcula que son el doble. Una evolución similar han seguido el resto de las provincias de la autonomía, donde el sol sigue brillando igual, pero no así el negocio de los paneles: Avila pasó de 63 metros cuadrados a 1.156, Burgos de 134 a 1.075 y Segovia y Valladolid de cero a 724 y 1.775 metros, respectivamente. En el conjunto de la comunidad antes del año 2001, durante dos largas décadas, sólo había 12.155 metros cuadrados de paneles, que subieron a 30.753 en el 2004, a 47.700 un año después y con posibilidades de superar los 80.000 este año. El parque inmobiliario que cuenta con este tipo de instalaciones, a pesar de haber crecido de forma espectacular en porcentajes, apenas representa todavía el 1% de las viviendas de la provincia. Así que los instaladores se prometen para el futuro un negocio redondo: el Gobierno de Madrid y la Junta están elaborando, encima, leyes para obligar a poner paneles en todos los bloques de viviendas que se construyan en el futuro, estando pendientes unicamente los reglamentos de detalle. La política anterior de incentivos y subvenciones será sustituída por la norma obligatoria, de modo que el negocio solar volverá a crecer de forma exponencial a corto y medio plazo: algunos calculan que casi el doble cada año hasta llegar al 50% de las viviendas en un par de décadas aproximadamente «porque ese es el futuro».