También los ayuntamientos se apuntan a piscinas con panel solar

La modernización del consumo energético mediante alternativas ecológicamente limpias tiene entre sus mejores clientes a los organismos oficiales y a los ayuntamientos, tal vez porque experimentan con dinero público, da igual en qué cantidad. Numerosas piscinas municipales regulan ya la temperatura del agua en verano -o en invierno, si son cubiertas- con sistemas de placas solares que permiten mantener el termómetro entre 29 y 30 grados centígrados de mayo y septiembre, algo casi incompatible con el clima local, incluso en los días de mayor calor. Una de las últimas piscinas ha sido la de La Virgen del Camino, cuya climatización costó hace seis meses 150.000 euros, de los que el Ayuntamiento aportó el 20%, el 30% el EREN y la mitad restante el ministerio de Industria. El resultado ha sido un complejo deportivo totalmente informatizado con tecnologías de última generación, cuyo funcionamiento puede ser controlado a través del teléfono móvil con un simple «sms» de idea y vuelta cuando oscila en demasía la temperatura del recinto o la de su entorno. Desde las teclas del mismo teléfono se pueden programar y gestionar también las necesidades de calor y la potencia energética que se precisa en cada momento, conocer si existen fugas, otros fallos y el caudal de agua que se consume, etcétera. Y aseguran los técnicos que se ahorra energía. Todo un lujo sólo al alcance de unos pocos alcaldes y de casi ningún particular.