El fiscal superior de Asturias ve «normal» que Trashorra tuviera explosivos

La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias rechazó ayer, por cuarta vez desde que arrancó el juicio, la inclusión en el sumario del caso Pípol de un informe elaborado por el laboratorio central de la policía sobre la dinamita encontrada en julio de 2001 en el garaje que compartían José Emilio Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro, entre otros. Lo volvió a solicitar el fiscal antidrogas asturiano, José Perals, tras escuchar la completa descripción que de los ex-plosivos hizo el jefe de la Brigada de Desactivación de Explosivos de Oviedo. El jefe de los tedax asturianos confirmó que el explosivo localizado en el garaje eran dieciséis cartuchos de Goma 2 Eco de la Unión Española de Explosivos en Riotinto, hallados junto a 94 detonadores. El experto precisó que la dinamita fue fabricada el 7 de julio del 2000. Su estado no era óptimo, pero «podría explotar y provocar daños importantes». Sobre los detonadores, dijo que eran del tipo eléctrico con un retardo de 500 milisegun-dos y carcasa de aluminio, que no son los aconsejables para ser utilizados en zonas donde puede haber gas grisú, como las minas. El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Gerardo Herrero, declaró en Oviedo que es «normal» que un ex minero como Suárez Trashorras pudiera guardar algunos cartuchos de Goma 2, por lo que justificó que no se adoptasen cautelas espe-ciales con él. La vía de ETA La incorporación o no de ese estudio al sumario acaso tenga más consecuencias en el sumario del 11-M que en el de la operación Pípol. La constatación de que en poder de Suárez Trashorras y Toro la policía localizó en el 2001 dinamita del mismo tipo a la utilizada en la masacre de Atocha de marzo del 2004, a estas alturas de la investigación, sólo sirva para descartar que ETA haya sido la suministradora del explosivo utilizado en los trenes madrileños. Herrero, antes de participar en unas jornadas sobre accidentes laborales, explicó que la 'operación Pípol' estaba dirigida en un principio contra el tráfico de drogas y que la dinamita fue encontrada «por casualidad».