La fiscal pide 20 años para los terroristas implicados en su intento de asesinato
Madina afirma que ETA nunca le hará quebrar sus compromisos sociales
El diputado socialista perdió una pierna en un atentado con coche bomba en el 2002 La AVT no estuvo en l
«Después de cinco años, mis compromisos políticos e individuales siguen intactos. ETA no ha conseguido ni va a conseguir nunca cambiarlos». Eduardo Madina, el diputado socialista que perdió una pierna en un atentado de la banda en el 2002, concluyó con esta frase su testimonio ante la Audiencia Nacional, que juzga a los terroristas que quisieron acabar con su vida. Madina, con autocontrol y sin aspavientos, desnudó ayer su alma ante el tribunal de la Sección Primera y no sólo relató a los magistrados con todo lujo de detalles cómo fue el atentado que le mutiló la pierna izquierda. También explicó que la bomba-lapa colocada en su coche cercenó parte de su vida, hundió a su familia y provocó la muerte de su madre pocos meses después. El diputado, dirigente de las juventudes socialistas vascas en el momento del atentado, llegó a la sala de vistas dispuesto a contarlo todo, incluso lo que nunca había dicho en público. Para él, pasar por este trámite obligado fue una liberación, tras años de esperar a que se hiciese justicia. El resultado fue una intervención de tono contenido, pero con fondo dramático, que emocionó a muchos de los asistentes y que incluso fue escuchada en silencio y cabizbajo por uno de los supuestos asesinos, Iker Olabarrieta, y con ciertas muestras de afectación por parte de las personas que acudieron a arropar a los etarras procesados. Eduardo Madina, que sólo dirigió una mirada a uno de los que quisieron asesinarle, recordó cómo el 19 de febrero de 2002, sobre las 8:15 horas, cuando llegaba a su trabajo en Sestao (Vizcaya), notó que estallaba su coche. El diputado socialista explicó al tribunal que aún no está recuperado psicológicamente del atentado. La confesión fue el preámbulo de la parte más dramática de su narración. A preguntas de la fiscal, Madina intentó explicar el impacto que su atentado había causado en su familia: «No lo sé poner en palabras. En mi casa se hizo la noche y una sombra de pena y tristeza envolvió a mi familia», porque