«Cuando pasan los camiones de recogida muchos aparatos han desaparecido»

Los llamados puntos limpios o de recogida de basura doméstica no convencional son dos en León capital y uno más en San Andrés del Rabanedo. En ellos los ciudadanos pueden depositar lo que no cabe en el contenedor de la calle, depósitos de papel o vidrio aparte. En la capital uno está situado cerca del mercado de ganados, en las inmediaciones de la pedanía de Trobajo del Cerecedo, y el otro próximo a la de Puente Castro, junto al hipermercado Carrefour. Según el técnico encargado de su control, Alfonso Díez, lo normal es que la gente transporte allí todo tipo de enseres y los seleccione en sus correspondientes montones para que no se mezclen entre ellos, aunque la empresa adjudicataria del servicio de basuras Urbaser también cuenta con una flota de camiones que recorre las calles de la ciudad todos los miércoles para atender a la gente que no cuenta con vehículo propio para transportar tan particulares residuos: escombros de pequeñas obras (hasta un saco), piezas de metal sobrantes de reparaciones (50 kilos), armarios, somieres, colchones, sillones, televisiones y, en general, todo tipo de enseres y muebles. Los puntos limpios se convierten en un gran bazar de ustensilios de desecho, algunos de los cuales, sin embargo, serían todavía aprovechables. Cuando llegan allí teóricamente son sólo chatarra, aunque no faltan usuarios que, al dejar un aparato viejo, se han encontrado con una joya valiosa y aún más antigua. «Recuerdo a una persona que vio una cámara fotográfica de las que llamaban de fuelle y quería comprárnosla a toda costa, pero no pudo ser, porque al menos teórica y legalmente todo lo que hay allí es propiedad del Ayuntamiento, que, a su vez, lo ha contratado previamente con un destinatario final para que lo recicle, así que el recinto no puede convertirse en un mercadillo de ocasión o en un rastro». «Lo más frecuente», se añade, «es que alguien nos avise de que deja tal o cual ustensilio en la calle y, cuando el miércoles pasa el camión de recogida, no haya nada porque ya lo han retirado personas que están al quite porque saben que parte de lo que se deja allí es aprovwechable. Pero eso no es de nuestra incumbencia y hasta los conductores se estrañan: se tiran hasta equipos de música en perfecto uso».