Los sucesivos golpes de la Guardia Civil frenan el tráfico ilegal de arte en León

Las últimas operaciones desarrolladas por la Guardia Civil contra las redes que trafican ilegalmente con antigüedades y obras de arte han debilitado espectacularmente el mercado clandestino del patrimonio histórico rural en León, un hito teniendo en cuenta la desprotección que caracteriza al vasto inventario de bienes sacros y de yacimientos arqueológicos que salpican la provincia y que, en último término, correspondería corregir a los obispados de León y Astorga y a la Junta de Castilla y León. El reciente expolio de un arco de medio punto en el monasterio de Santa María de Nogales ha vuelto a despertar la alerta. Desde que en el primer semestre del año 2005 se registrase en León una oleada de robos y denuncias -«fue una temporada caótica», admite un agente de la Policía Judicial- comenzaron a sucederse una serie de intervenciones por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que culminaron con la detención de tres personas y con la recuperación de diversas obras de arte, caso de valiosos bajorrelieves o columnas policromadas barrocas. A partir de junio del año pasado, las cinco denuncias registradas por semestre se redujeron a una, según los datos facilitados por la Policía Judicial de la Guardia Civil de León. Viene a ser el equivalente a la décima parte de los delitos de este tipo que se cometen en Castilla y León, que a su vez son una ínfima parte de las infracciones consumadas contra el patrimonio histórico y el orden socioeconómico, que el año pasado ascendieron a casi 3.500. Un proceso en fase sumarial Actualmente, la única investigación penal que se sigue en León se encuentra en fase sumarial. De los tres encausados en este proceso, uno lo está por haber cometido un presunto delito de receptación -en el registro realizado en su domicilio por la Guardia Civil se recuperaron todas las piezas sustraídas en cuatro robos de Vilecha y Trobajo del Camino- y los otros dos por la presunta autoría de estos robos con fuerza en las cosas. «Este tipo de delincuencia está constituida, en su primera fase, por banas menores, muchas veces ligadas al tráfico de drogas. No son muy amplias y su nivel organizativo es bajo. Actúan con total impunidad porque se parte de la base de que el patrimonio cultural no cuenta con grandes medidas de seguridad. No tienen preparación artística, sólo habilidad para usar la palanqueta y el mazo. Por esta razón, a veces es peor el daño que provocan a las piezas que el propio robo», explica un agente de la Policía Judicial de León. Hay que añadir que se trata de personajes con amplios antecedentes y reincidencias en hechos o delitos similares. A pesar del somero conocimiento que tienen sobre los objetos y antigüedades, sí están muy relacionados con peristas y receptadores, que al final son los encargados de introducir en el mercado clandestino este tipo de material. Mayor efectividad La labor preventiva y las pesquisas de las diferentes unidades y servicios de la Benemérita, como el Seprona o el departamento fiscal, ha incrementado la efectividad de las actuaciones en la investigación de esta tipología de delitos, situada en torno al 20%, un porcentaje que se encuentra muy por encima de la eficacia en relación a los robos con fuerza. Los ficheros de la Unidad Central Operativa (UCO) que registran todo el material robado en España también se han conformado como una herramienta de trabajo esencial para los investigadores, sobre todo porque las redes llegan a distribuir las piezas sustraídas en países cercanos como Francia e Italia. El inventario de arte sacro realizado por la Delegación Diocesana de Patrimonio de León -en Astorga aún se está elaborando- también es hoy un punto de partida esencial para los agentes policiales. Colaboración ciudadana: Para denunciar expolios relacionados con el patrimonio histórico se puede llamar al teléfono 987 20 31 11 (extensión 2292) o enviar un correo a la dirección le-cmd-leon@guardiacivil.org.