Cómo dejar de ser un ciudadano invisible

Adama, 16 años, senegalés. Lleva cinco años viviendo con su familia en León y es uno de los beneficiarios del programa desarrollado en el centro de los oficios. Aprende a soldar y entre sus objetivos no está el de volver a su país, al menos de momento. «Quiero quedarme en León a trabajar de soldador, aquí vine con familia para encontrar un futuro», dice el joven. La oportunidad de entrar en este centro de formación surgió de su profesora de español. Fue ella la que le informó e invitó a conocer un oficio como garantía de futuro. Adama es uno de los siete inmigrantes apoyados por el Ayuntamiento de León. Omar, otro joven que no alcanza la mayoría de edad y también de origen senegalés, atiza la lumbre de la fragua. En unos meses tendrá un oficio y dejará der ser un extranjero invisible.