«El permiso es un cacho de papel, pero otra cosa es casarse»

La picaresca es una sospecha que siempre pesa en los contratos de matrimonio con extranjeros de fuera de la UE, aunque en UGT prefieren pensar que se trata de casos minoritarios, según el responsable de la oficina de asesoramiento a inmigrantes Miguel Angel Cueto. «Yo siempre les digo que el permiso de residencia es un cacho de papel, pero el de casarse es otra cosa», asegura muy serio, aunque añade, a continuación, que no siempre le han hecho caso. «Conozco pagos de hasta mil euros a españoles para casarse y que dieran el permiso de residencia a extranjeras, pero eso no es lo normal». El papeleo burocrático para envolver la picaresca se compensa las más de las veces con el agradecimiento de las gentes que llegan de fuera y encuentran en los matrimonios mixtos una tabla compartida de salvación vital con alquien de aquí, que igualmente la agradece. «Ojo, porque también sucede», asegura Cueto, «que gente de aquí va a la República Dominicana o Cuba, por citar dos sitios fáciles, a buscar pareja, contacta, arregla lo que tenga que arreglar, vuelve a casa y luego se casa hasta por poderes y espera a que venga la novia. Casos como esos también conozco bastantes».