El jefe antiterrorista galo afirma que ETA repone fuerzas en la tregua

El jefe de la policía antiterrorista francesa afirmó ayer, ante el tribunal de París que juzga el «caso Txernobil», que ETA está aprovechando el alto el fuego permanente para «reconstituir sus fuerzas» en suelo galo. También expuso que la actividad clandestina en territorio galo se mueve en los parámetros habituales en los períodos sin tregua, como reflejan los robos de vehículos, que ya igualan los registrados en todo el año pasado y superan los acumulados en 2004. «La organización se sirve de la situación para reconstituir sus fuerzas en territorio francés», aseveró Frédéric Veaux, máximo responsable de la Subdirección Antiterrorista de la Dirección Central de la Policía Judicial francesa (SDAT, sucesora de la DNAT). Este servicio es el autor del informe oficial que atribuyó la semana pasada a ETA la autoría del robo en una armería cerca de Nimes y que, tras ser transmitido a la Fiscalía antiterrorista, motivó la apertura de un sumario confiado a los jueces instructores de los casos de terrorismo en París. En su testimonio ante la Corte Especial de lo Criminal, Veaux citó este asalto como el último eslabón de una cadena de atracos perpetrados en Francia durante el último año y medio por un comando de ETA. Explicó que los autores siempre actúan encapuchados y armados al término de la jornada laboral y toman como rehenes a empleados y familiares, incluidos «dos niños de corta edad retenidos toda la noche» en la última ocasión. Desde abril de 2005, el botín suma 5.300 kilos de sustancias químicas para fabricar cloratita y amonal, 30.000 placas de matrícula en blanco, dos troqueladoras, abundante material de seguridad para fabricar carnés y pasaportes así como los 344 revólveres y pistolas, además de 60.000 cartuchos sustraídos el 23 de octubre, al cumplirse el séptimo mes de tregua. «Este robo plantea problemas a todos los que observan el proceso», apuntó Veaux, que ostenta el rango de controlador general, uno de los más altos del escalafón policial. El «número uno» de la SDAT, en el puesto desde 2001, hizo ver al tribunal que «la actividad de ETA en territorio francés sigue desarrollándose de manera totalmente normal, entre comillas, como antes» del alto el fuego permanente. A título comparativo, esgrimió la estadística de vehículos robados, clásico termómetro de la actividad clandestina. En lo que va de año ya se han descubierto 49 automóviles abandonados, 31 de ellos después de la tregua, frente a los 50 del año pasado y los 40 de 2004. Control diciplinario La comparecencia de Veaux estuvo precedida, también en calidad de testigo de la acusación, por la del comandante Jean Pargade, jefe del grupo vasco en la SDAT, donde trabaja en la persecución de las actividades etarras desde hace catorce años. Este experto, uno de los mejores especialistas en la cuestión, definió a ETA como «una organización muy centralizada, jerarquizada y disciplinada» que, en función de documentos intervenidos en 2002, cuenta con 516 militantes en la clandestinidad y unos ingresos anuales de 1.600.000 euros. Entre otros asuntos, Pargade reveló que ETA se ha dotado de una comisión disciplinaria que adopta sanciones que van desde la simple reprimenda hasta la expulsión de la organización.