Asaja no cree que el repunte sea alarmante, pero Ucogal y Coag sí

La lectura de los principales sindicatos agrarios con representación en el campo leonés es contrapuesta, dependiendo del asunto que se trate: están mayoritariamente de acuerdo en que el repunte de la brucelosis y la tuberculosis debe movilizar a las unidades veterinarias de la Junta para fortalecer la vigilancia, pero las opiniones son dispares respecto a la trascendencia del nuevo brote. Asaja: «No hay que vacunar» El secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, sostiene que los nuevos casos «siguen manteniendo a la provincia en niveles de incidencia muy bajos» -239 vacas con brucelosis de 77.404 inspeccionadas (0,30%)-, por lo que considera que la situación «no es alarmante». La opinión de Turrado -así lo matizó- sería distinta si se confirmase que los animales infectados se han detectado en explotaciones muy dispersas. Respecto a la retirada de las vacunas por parte de la Junta, el dirigente de Asaja fue muy directo: «Si la positividad se mantiene así de residual no tiene sentido vacunar». Ucogal: «¿Erradicación?» El presidente de Ucogal, Matías Llorente, subrayó que en ningún caso «se puede hablar de erradicación» y se mostró sorprendido por la actitud optimista del jefe de Agricultura de la Junta, a quien recordó que «la epidemia no se puede dar por extinguida si no se mantiene el control sobre los animales salvajes y los perros y, por supuesto, el ganado que sigue incontrolado por los pastos». Según su planteamiento, los niveles actuales de expansión «no son mínimos, por lo que los controles deberían ser constantes». Coag: «Ha sido un error» Coag-León subraya que los nuevos datos «dan motivo para la preocupación» y recordó que su sindicato mantiene desde hace años la idoneidad de vacunar. «Abandonar la vacunación ha sido un error que nos puede llevar al año 2000, y eso no es deseable para nadie».