El PSE desvela que ETA rechazó en agosto una llamada del Gobierno El?PP?tacha de?«indignante y patético» que Zapatero intente hablar con ETA

El PSOE desautorizó sin paños calientes al PSE, cuyo portavoz afirmó que ETA rechazó en agosto mantener una reunión con el Gobierno. El secretario de Organización socialista, José Blanco fue rotundo: «Hay mucha gente que no sabe de lo que habla y los que sabemos no hablamos». Horas antes, el portavoz de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, había dicho que «en agosto se supone que se iba a haber reunido ETA con el Gobierno», pero «no se hizo porque ETA no contestó a la llamada del Gobierno». Blanco reclamó a su compañero de partido que no hable de lo que no sabe, aunque dejó en el aire si ese encuentro fue solicitado en las fechas mencionadas por el Ejecutivo y rechazado por la organización terrorista. Fuentes gubernamentales señalaron en su momento que una vez que José Luis Rodríguez Zapatero autorizó el 29 de junio los contactos, era posible que se celebrara a lo largo del verano la reunión entre los enviados gubernamentales y los de ETA. Esas mismas fuentes apuntaron que agosto era un mes propicio para la cita. En septiembre, sin embargo, el propio presidente del Gobierno, la vicepresidenta primera y el ministro del Interior aseguraron que no se había producido ese primer encuentro con la organización terrorista. Achacaron la ausencia conversaciones a la escalada de violencia callejera que se produjo, precisamente, a partir de agosto y que comenzó con la quema de un autobús municipal durante la Semana Grande de San Sebastián. La excusa para la reaparición de la 'kale borroka' fue la huelga de hambre que mantenía por aquellas fechas el miembro de ETA José Ignacio de Juana. Este sábado, el portavoz del PSE dio su explicación sobre el supuesto encuentro frustrado entre ETA y el Gobierno. Pastor, en declaraciones a diversas emisoras de radio, reconoció que fue la organización terrorista la que no quiso reunirse con el Ejecutivo en agosto. «No se produjo -insistió- por iniciativa de ETA, no por voluntad del Gobierno». A la vista del revuelo que organizaron sus palabras, el dirigente del PSE precisó poco después que sus comentarios eran «una apreciación y una opinión personal» y en ningún caso «información oficial». Señaló que la cita veraniega entre el Gobierno y ETA era «algo que todo el mundo esperaba», pero que en vista de que portavoces gubernamentales han dicho estos días que «los contactos estaban todavía sin iniciarse» es lógico pensar que en agosto, pese a las expectativas, tampoco habían existido. Cambio de estrategia El portavoz del PSE atribuyó la ausencia de conversaciones a «un cambio de estrategia» en ETA a la que «está empezando a dar vértigo el fin de su existencia como banda o está pretendiendo establecer chantajes al Gobierno para obtener un precio político que no va a conseguir». Aunque no descartó «episodios poco deseables» y algún atentado «si todo se frustrara», el portavoz socialista mostró su convencimiento de que la situación del fin de la violencia «es irreversible» y «no habrá vuelta atrás». En este punto recordó que la violencia «hace imposible» que siga adelante el proceso de paz e instó al mundo de Batasuna a asumir que «el obstáculo son ellos» porque «no han hecho lo que tenían que hacer». El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, consideró que Pastor incurrió en un «exceso verbal» y avisó al portavoz del PSE que «manifestar que la culpa la tiene solamente una parte no nos lleva a ningún lado». «Hay mucha gente que no sabe de lo que habla, y los que sabemos, no hablamos» JOSÉ BLANCO Secretario de Organización del PSOE El PP tachó de «indignante y patético» el intento del Gobierno de reunirse con ETA cuando ha dado pruebas «inequívocas, constatadas y reconocidas» de que sólo busca rearmarse y reorganizarse. El secretario de Comunicación del partido opositor consideró «inmoral» que José Luis Rodríguez Zapatero persista, a pesar de este panorama, en su «tesis de la negociación política y el acercamiento» a la organización terrorista. Gabriel Elorriaga no puso en tela de juicio que el Ejecutivo tratara en agosto de reunirse con ETA, como reconoció este sábado el portavoz del PSE, José Antonio Pastor. «Un encuentro -comentó el dirigente popular- para verificar la voluntad de ETA de abandonar las armas podría haber tenido algún sentido en su momento». Pero insistir ahora en esa misma vía, agregó, es «indignante, patético e inmoral». El responsable de Comunicación sostuvo que ya no caben dudas de las intenciones de los terroristas, que no son otras que «el rearme, el reaprovisionamiento y la reactivación de los instrumentos de coacción». Elorriaga indicó que es evidente que ETA no ha abandonado su estrategia de «utilizar las armas para conseguir sus propósitos», pero el Gobierno no lo quiere ver e intenta hablar con los terroristas. La postura gubernamental se resume, a su juicio, en «reunirnos con ETA, y si no nos reunimos es porque ETA no quiere porque ya nos gustaría a nosotros reunirnos». El dirigente opositor reclamó al presidente del Gobierno que «asuma públicamente» que el proceso de búsqueda del final de la violencia no tiene más recorrido.