Las actuaciones del artificiero ya eran cuestionadas por el SUP antes del atentado
Interior cesa al jefe de los Tedax por su negligencia tras el 11-M
Mesquida y Rubalcaba no han anunciado todavía el nombre del sustituto
El Ministerio del Interior comunicó el jueves su destitución al controvertido comisario jefe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos (Tedax), Juan Jesús Sánchez Manzano. Todos los sindicatos del cuerpo, con el mayoritario SUP a la cabeza, y varios mandos policiales llevaban meses reclamando a Alfredo Pérez Rubalcaba su relevo por su falta de preparación académica sobre explosivos y sus errores y contradicciones durante la investigación de los atentados del 11-M. Sánchez Manzano, nombrado en la etapa de Ángel Acebes al frente del ministerio, estaba en la picota desde su comparecencia ante la comisión parlamentaria que investigaba la masacre de los trenes de Madrid. Ante los diputados, el polémico comisario se declaró «especialista» en explosivos e hizo todo tipo de consideraciones técnicas. En particular, afirmó en el Congreso que en los focos de las explosiones se encontró nitroglicerina, una sustancia que no es componente de la goma dos. Luego, ya ante el juez Juan del Olmo, tuvo que desdecirse de sus afirmaciones y reconocer que lejos de ser un especialista, ni siquiera había realizado el curso reglamentario de desactivación de explosivos. El comisario, que lucía siempre el emblema de Tedax en su uniforme pese a no ser especialista de la unidad, también tuvo que rectificar tras asegurar que él, en persona, había estado trabajando codo con codo con el técnico que desactivó la decimotercera mochila-bomba del 11-M. Pero antes incluso de la masacre de Madrid su gestión había sido muy criticada. El SUP le acusó de haber beneficiado con los nombramientos a sus amigos más próximos. Sánchez Manzano también dio el visto bueno a la compra de varios robots que nunca llegaron a funcionar. Bomba de Nochebuena La polémica persiguió al comisario también por su actuación en la desactivación de una bomba que ETA colocó la Nochebuena del 2003 en un tren que cubría la línea Irún-Madrid. Sánchez Manzano ordenó que el artefacto, que había sido localizado por la Policía Nacional, sólo fuera neutralizado cuando el tren llegara a Burgos porque antes hubieran tenido que intervenir especialistas de la Ertzaintza o de la Guardia Civil.