Dirigentes de todos los partidos despiden a Loyola de Palacio

Loyola de Palacio descansa ya en el panteón familiar de Deba (Guipúzcoa) donde yacen sus padres. Parientes, amigos y políticos de casi todos los partidos despidieron a la ex ministra y ex vicepresidenta de la Comisión Europea en una ceremonia intima y sencilla. La Iglesia de San Pedro ubicada en la localidad vizcaína Berriatua acogió a primera hora de la tarde el funeral de cuerpo presente de la popular política, fallecida el pasado miércoles víctima del cáncer que se le detectó en agosto. Poco antes, y en un acto más íntimo, los más allegados la despidieron con un responso en la ermita Santa Rosa y Santo Domingo, ubicada junto a la residencia de la familia De Palacio en Markina (Vizcaya) y que el jueves por la tarde acogió la capilla ardiente. Tras el responso, el féretro con los restos de Loyola de Palacio, cubierto con las banderas de Euskadi, España y Europa, llegó a la una de la tarde al templo a hombros de familiares y compañeros de partido, entre ellos un muy afectado Federico Trillo. El templo se quedó pequeño para acoger a la gran cantidad de compañeros de partido, familiares, amigos y vecinos que quisieron despedirla. El Partido Popular se volcó en el adiós a su compañera. José María Aznar, Mariano Rajoy, Ángel Acebes, Javier Arenas, Eduaro Zaplana, Jaime Mayor Oreja, María San Gil y Esperanza Aguirre, entre otros, arroparon a los familiares más directos de la ex ministra y especialmente a su hermana Ana, que definió a Loyola como «una política de principios y de convicciones, coherente y con gran sentido de la responsabilidad», que le valió «el reconocimiento de toda España». Otros políticos Pero no sólo los populares quisieron acompañar el duelo. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y el diputado de este partido Josu Erkoreka; la diputada de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster; los socialistas Manuel Huertas y Rosa Díez, y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, fueron algunos de los representantes políticos que, a pesar de las discrepancias que mantuvieron con Loyola de Palacio, no faltaron en su despedida. En nombre del Partido Popular, su presidente Mariano Rajoy destacó la figura de De Palacio «una mujer trabajadora e íntegra» a quién, «tendremos siempre en nuestro corazón». Con las lágrimas en los ojos, Mariano Rajoy subrayó el «cariño» que la fallecida sentía a su tierra y la definió como «una buena persona, una política con enorme capacidad que se sentía muy vasca y muy española». En la misma línea se expresó el europarlamentario Carlos Iturgaiz, quién lamentó la pérdida de «una luchadora por la libertad y una amante de España y del País Vasco». Tras el oficio fúnebre los restos mortales de Loyola de Palacio recibieron cristiana sepultura en un acto íntimo en cementerio de Deba, donde acudieron sólo sus familiares. Un segundo coche funerario trasladó numerosas coronas de flores, que quedaron depositadas ante su tumba. Una ceremonia religiosa de media hora sirvió para despedir a esta política que nació en Madrid y que descansará para siempre en el País Vasco, la tierra de sus raíces.