Un avión de Iberia pone fin a la «guerra fría» en el cielo del Peñón

Un avión Airbus-319 Iberia con capacidad para transportar a 140 pasajeros realizó ayer el primer vuelo comercial de la historia entre Madrid y Gibraltar. Quedó así inaugurada la ruta aérea entre la capital española y el Peñón -que estarán unidos por un vuelo diario- y acabó la guerra fría entre sus autoridades que, durante más de medio siglo, impidió que aviones españoles tomaran tierra en el aeropuerto de la colonia. El aparato, de nombre Ciudad de Baeza, despegó del aeropuerto de Barajas pasado el mediodía y aterrizó en el aeródromo ubicado en el istmo de Gibraltar a la una en punto de la tarde. Viajaban a bordo el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, el director general para Europa, José Pons, diplomáticos, empresarios y alcaldes de la comarca del Campo de Gibraltar, que a su llegada fueron recibidos por el ministro principal de la colonia, Peter Caruana. Desde 1954, es decir, que ha transcurrido medio siglo, desde que un avión español no aterrizaba en el aeródromo gibraltareño, que las autoridades británicas construyeron durante la Guerra Civil española para dedicarlo a uso militar. La apertura de la ruta es fruto de los acuerdos alcanzados el pasado 18 de septiembre en Córdoba por Caruana y los ministros de Asuntos Exteriores español y británico, Miguel Ángel Moratinos y Geoffrey Hoon, en el marco del foro tripartito de diálogo sobre la colonia. «Día histórico» El secretario de Estado de Exteriores aseguró que es un día «histórico» y en el que «todos ganan» por la importancia que la conexión tendrá para el desarrollo de la economía de la región del Campo de Gibraltar. También se felicitó porque los gobiernos español, británico y gibraltareño hayan sabido «establecer un marco de cooperación» y «renunciar a sus posiciones tradicionales», que durante décadas impidieron cualquier acercamiento. Por su parte, Caruana alabó la «valentía política» y el «coraje» del Ejecutivo español. El acuerdo alcanzado beneficia a españoles, británicos y gibraltareños. Los primeros, sobre todo los residentes en el Campo de Gibraltar, podrán volar a Madrid y conectar con otros destinos sin tener que desplazarse ni cruzar la aduana, es decir, como si fuese un vuelo doméstico. Por su parte, los británicos podrán viajar a Madrid y enlazar con muchas otras ciudades sin tener que pasar antes por Londres. El pacto prevé la construcción de una nueva terminal, literalmente sobre la frontera, que tendrá la zona española de llegada -con sus correspondientes controles policiales de seguridad- en un voladizo suspendido sobre territorio español. Al otro lado, al final del mismo pasillo, habrá agentes británicos. El resto de compromisos alcanzados en Córdoba -pago de pensiones a los antiguos trabajadores españoles en la colonia y construcción de miles de líneas telefónicas- comenzarán a aplicarse en el 2007. «Debemos seguir tabajando para resolver problemas que no entienden de delimitaciones y que son comunes para todos» BERNARDINO LEÓN Secretario de Estado de Exteriores «No debemos olvidar que, además de un problema político, también hay un problema de los ciudadanos que debemos atender» PETER CARUANA Primer ministro de Gibraltar