Se agota la confianza
La comisión de seguimiento exigirá replantear el Plan Industrial en abril si no cambia la tendencia de las pérdidas, pero insta a la Administración a que exija ya el cumplimiento de los compromisos
«La situación tiene una solución difícil, pero no vamos a contribuir a ella con nuestro silencio porque en este proyecto se pone en juego mucho dinero público. Aún estamos a tiempo de actuar, porque no se han concedido todas las ayudas públicas; y también se puede replantear todavía la estrategia industrial». Los representantes de CC.OO. que ayer explicaron la situación de Antibióticos, con el respaldo del secretario provincial, Ignacio Fernández Herrero, manifestaron no estar dispuestos a que la empresa se burle una vez más de las administraciones públicas, los sindicatos y la sociedad leonesa en general, que ha respaldado unánimemente las demandas de los trabajadores de Antibióticos. Pero ya son muchos incumplimientos. En el último acuerdo de reflotamiento industrial (los pactados anteriormente acabaron en la papelera) se creó una comisión de seguimiento cuya misión era, precisamente, no dejar que una vez más la inoperancia de las medidas adoptadas (más allá de la inexorable reducción de plantilla, que siempre se cumple a rajatabla) quedara de manifiesto cuando la capacidad de reacción fuera ya nula. Ahora los sindicatos han dado un plazo de tres meses a la empresa para que cambie el alarmante rumbo del primer año de aplicación del Plan Industrial. En abril, si no hay novedades esperanzadoras, se exigirán replanteamientos más urgentes. Pero los representantes de los trabajadores han instado también a las administraciones autonómica y central, que participan en esta mesa, a que fuercen a la empresa a cumplir sus compromisos. Una demanda especialmente urgentes después de que la semana pasada, al término de la comisión de seguimiento, el director general de Política Industrial se despachara con un alarde de optimismo que no parece respaldado por los hechos. Las cosas en Antibióticos van mejor de lo previsto, dijo, y añadió que había que felicitarse porque sin el acuerdo la empresa estaría ya en suspensión de pagos. Desafortunada intervención, a juicio de los sindicatos (aunque se produjera en la sede de UGT), que sin embargo nadie se ha ocupado de matizar o desmentir.