La Audiencia Nacional no indemnizará a Amedo por el caso Brouard
La Audiencia Nacional rechazó ayer indemnizar al ex comisario José Amedo por haber permanecido cuatro meses en prisión durante la investigación judicial del asesinato del dirigente de Batasuna Santiago Brouard, pese a que tras el juicio, en el 2003, fue absuelto. La Sala de lo Contencioso-Administrativo, aunque reconoce que la estancia en prisión fue injusta a la vista de los hechos probados, considera que el ex policía no sufrió daño alguno que deba ser reparado por el Estado, ya que los 119 días que permaneció en la cárcel le fueron descontados del cumplimiento de otras condenas previas por su pertenencia a los GAL. La sentencia confirma la resolución de diciembre del 2004 del Ministerio de Justicia, que denegó a Amedo los 603.899 euros de responsabilidad patrimonial que exigía al Estado por un deficiente funcionamiento de la Administración de Justicia. Amedo estuvo en prisión preventiva entre el 12 de marzo y el 8 de julio de 1999, con motivo de la reapertura del sumario por el asesinato de Brouard decidida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbao, acusado de participar en el atentado contra el político y pediatra. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Bilbao, el 20 de junio del 2003, le absolvió de todos los cargos y declaró que no tuvo participación alguna ni en la planificación del atentado ni en la ejecución del político en su consulta bilbaína, el 20 de noviembre de 1984. Error, pero no daño La sala da a entender que el ex comisario hubiese sido acreedor de una indemnización por los daños y perjuicios, pero afirma que el daño que debería ser resarcido realmente no se produjo al computarse los 119 días de internamiento para reducir las condenas previas. Amedo fue condenado en 1992 a algo más de 108 años de cárcel por los seis asesinatos frustrados cometidos por mercenarios de los GAL en los bares Batzoki y Consolación , en el País Vasco-francés, y por pertenencia a la asociación ilícita vinculada a los aparatos policiales del Estado. Seis años más tarde volvió a ser condenado a otros nueve años y medio de cárcel, por malversación, con motivo de la primera acción de los GAL, el secuestro en 1983 del ciudadano francés Segundo Marey.