Miles de partidarios de ETA se manifiestan a pesar de la prohibición Desalojadas 20 viviendas tras un ataque radical en Mondragón La segunda víctima de ETA viajó ayer desde Madrid a Ecuador Garaikoetxea pide a Batasuna que exija a los terroristas el fin d

La Ertzaintza disolvió con cargas la concentración de miles de simpatizantes de la izquierda aberzale que acudieron al velódromo donostiarra de Anoeta a celebrar un acto a favor de la amnistía para los presos de ETA prohibido por la Audiencia Nacional. La policía autónoma vasca cargó varias veces contra los seguidores de Batasuna que, en la huida, quemaron al menos un contenedor que afectó a dos coches cercanos. Los promotores del movimiento pro amnistía mantuvieron la convocatoria en el velódromo y el llamamiento fue secundado por miles de personas que llegaron por la tarde al recinto deportivo. Agentes de la Ertzaintza impidieron el acceso al recinto deportivo mientras un helicóptero sobrevolaba la zona. Juan María Olano, ex portavoz de Gestoras Pro Amnistía y que ahora ejerce ese cargo en Askatasuna, grupo de apoyo a los presos de ETA, leyó el discurso que iba a pronunciar en el interior velódromo. Los concentrados ante la imposibilidad de entrar organizaron una manifestación por los aledaños y a pocos metros del estadio de Anoeta, donde poco después se celebró el encuentro de Liga entre la Real Sociedad y Osasuna. Los aberzales corearon gritos contra el PNV y el PSE, y a favor de los presos de ETA. Abandonaron los aledaños de la pista ciclista y se dirigieron a la cercana rotonda de la Paloma de la Paz. Allí se encontraron con varias dotaciones de la Ertzaintza que informaron a los promotores de la protesta, entre los que estaban los dirigentes de Batasuna Joseba Permach e Imanol Iparraguirre, que la Consejería de Interior del Gobierno vasco habría prohibido la víspera la marcha. Momento, en que la multitud optó por hacer una sentada Los concentrados comenzaron a entonar el himno Eusko Gudariak y empezaron a disolverse. Los agentes volvieron a cargar con botes de humo y disparos de bolas de goma y se recrudecieron los disturbios. Los manifestantes empezaron a cruzar automóviles y prendieron fuego a un contenedor que dañó a dos vehículos próximos. Veinte viviendas de la localidad guipuzcoana de Mondragón fueron desalojadas esta madrugada como consecuencia del ataque con un artefacto de fabricación casera perpetrado por varios desconocidos contra una sucursal bancaria. Aunque no hubo heridos, el edificio sufrió daños en su estructura y los vecinos tendrán que permanecer varios días fuera de sus domicilios. Fuentes del Departamento vasco de Interior confirmaron que el ataque radical tuvo lugar a las 2,15 horas de este sábado, cuando varias personas sin identificar arrojaron un artefacto de fabricación casera compuesto por gasolina y aerosoles contra una oficina de La Caixa en la calle Zaitegi de Mondragón. La deflagración dejó calcinado el cajero automático y causó daños de consideración en el interior de la sucursal de La Caixa que ocupa el bajo y la entreplanta del edificio. Las llamas no alcanzaron las viviendas, pero la humareda obligó a los bomberos a desalojar en plena noche a los 50 vecinos de tres portales del inmueble. A las 9.35 horas de este sábado, justo una semana después de que ETA volase el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas, los bomberos recuperaron el cadáver de Diego Armando Estacio, la segunda víctima mortal del atentado terrorista. El cuerpo del joven inmigrante ecuatoriano, que se encontraba en bastante buen estado, fue rescatado después de que más de un centenar de bomberos, policías y funcionarios trabajaran a destajo durante 36 horas y media. El cocheen el que Estacio dormía cuando le sorprendió la explosión el 30 de diciembre fue liberado de entre los escombros con las primera luces del día. Dos «bulldozer», dos excavadoras y una unidad de bomberos excavaron sin descanso durante 30 horas. Los operarios tuvieron que retirar toneladas de escombros, al tiempo que aseguraban con puntales las paredes de la galería de doce metros de longitud para evitar desprendimientos. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense. La autopsia duró cerca de una hora. Los médicos de la Comunidad de Madrid y de la Audiencia Nacional determinaron que la causa «provisional» de la muerte fue asfixia. El capellán de la base de Torrejón, Javier de la Vega, ofició un segundo responso a pie de escalerilla antes de que el Boeing 707 del Ejército del Aire despegara en torno a las 17.15 horas con destino al Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo de Guayaquil. En el aparato, además del féretro, viajaron hasta Ecuador 29 familiares. El ex lendakari Carlos Garaikoetxea afirmó ayer que, tras la «brutalidad» y «barbaridad» del atentado de Barajas, Batasuna debería transmitir a ETA que «hasta aquí hemos llegado». En una entrevista en Radio Euskadi recogida por Efe, el también ex presidente de EA calificó de «tremendas» las muertes de los trabajadores ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio por la explosión en el aparcamiento del aeropuerto de Madrid y destacó que «hay que tener muy pocas entrañas para no reaccionar a esto como hay que reaccionar». Para el ex presidente del Gobierno Vasco, «la esperanza de que este asunto pueda reconducirse tiene que partir de la reacción de Batasuna, de que diga a ETA 'hasta aquí hemos llegado'», lo cual, a su juicio, supondría un «cambio sustancial» y transmitiría a la banda terrorista «un mensaje que puede resultar decisivo». Garaikoetxea consideró que también habría que exigir a ETA, «a quienes han cometido esta barbaridad», que «tengan el valor de reconocer su error». Crítico con el espacio en los medios de comunicación de que ha dispuesto Batasuna en los últimos meses, el ex lehendakari dijo que «ya está bien de recibir todos los días las mismas catilinarias, los mismos mensajes monótonos y repetitivos, de quienes luego no han tenido la consecuencia de mantener su discurso». «Porque en este momento -añadió-, el famoso discurso de Anoeta, si fuera secundado con consecuencia por quienes lo lanzaron, exigiría decir a ETA que rechazamos estas actuaciones». La noticia llegó al hotel donde se alojaba la familia de Diego Armando apenas minutos después de que los bomberos lograran sacar del coche el cuerpo del joven. Tras una semana de «cansancio y angustia», los allegados de «Bomber» pudieron respirar algo más aliviados, aunque las imágenes de dolor se repitieron en el Instituto Anatómico Forense y en la base de Torrejón de Ardoz. Winston Estacio, el padre de Diego Armando, fue el único capaz de agradecer a los equipos de rescate. Muy emocionado, aunque más entero que el resto de su familia, relató que tras la recuperación del cadáver «estamos más tranquilos, pero igual de desesperados». «Ahorita que ya lo encontraron lo único que queremos es verle», confesó. «Diego estaba recién queriendo vivir y pasan estas cosas. ¡Mil veces me hubiese ido yo en lugar de mi hijo!», clamó en un momento de desesperación. El padre mostró su preocupación por el estado de su ex mujer, Jacqueline, y de su hija Carmen, que todavía están en un estado de shock .