De la Vega destaca que las relaciones entre las dos instituciones son «cordiales»
El Gobierno negocia con la Iglesia para que acoja a más menores «sin papeles»
El Ejecutivo va a pedir a las comunidades un mayor esfuerzo en política migratoria Traslado a Tenerife
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó ayer que el Ejecutivo está negociando con la Iglesia su colaboración para el acogimiento y la atención de menores inmigrantes. En un desayuno informativo, Fernández de la Vega agradeció el ofrecimiento de la Iglesia, el trabajo de las oenegés que ya acogen menores (con financiación del Ejecutivo) y la solidaridad de los gobiernos regionales, aunque avanzó que el Ejecutivo va a pedir «un esfuerzo todavía mayor a las comunidades autónomas, porque es un problema que tenemos que asumir entre todos». La vicepresidenta apuntó que, dentro del respeto y la autonomía a sus funciones respectivas, las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno son «cordiales, de cooperación y colaboración», y enmarcó en ese contexto el acuerdo de financiación y los esfuerzos para alcanzar un consenso en materia de educación, «donde hay una importante aproximación». Según explicó, en el área de la política migratoria y el acogimiento de menores la Iglesia ha ofrecido «toda su colaboración», por lo que confió en poder acordar «una línea de trabajo» en esa materia. Fernández de la Vega destacó el acuerdo alcanzado con todas las comunidades para recibir a menores extranjeros no acompañados trasladados desde Canarias y subrayó el esfuerzo que están realizando muchas de ellas, al tiempo que recordó que hay algunas, como Andalucía o Cataluña, que no pueden hacer «un mayor esfuerzo» porque ya acogen ellas por sí solas a muchos niños. Aumentar el esfuerzo «Entre todos estamos haciendo un esfuerzo, es verdad que todavía no es suficiente, que tiene que ser mayor, y por eso estamos buscando todas las vías sociales para abordar este problema tan serio», añadió. Junto a esta cuestión, Fernández de la Vega destacó la importancia de trabajar con los países de origen de los inmigrantes para crear centros ocupacionales y de formación que permita la repatriación con todas las garantías de los menores que lleguen a España. Por otra parte, el coordinador general en Valencia de la asociación de inmigrante ecuatorianos «Rumiñahui», Hernán Cortés, denunció una «actitud permanente de agresión contra los extranjeros africanos y latinoamericanos».