Rubalcaba lo rechaza, porque una bomba de ETA no puede revocar una decisión del Congreso
Rajoy exige derogar la resolución que autorizó el diálogo con ETA
La vicepresidenta De la Vega descarta que Batasuna participe en las próximas elecciones de mayo El PP
El enfrentamiento entre el Gobierno y el PP en materia antiterrorista volvió a subir de tono ayer. Sólo 24 horas después de que se pusieran de acuerdo en abrir una vía de diálogo para compartir in-formación y recomponer en el futuro la unidad mediante reuniones bilaterales cada 15 días, llegaba un nuevo rifirrafe. Todo se inició por la mañana, con la intervención de Mariano Rajoy en un programa televisivo, en la que exigió a Zapatero que revoque la resolución aprobada por el Congreso en mayo del 2005 -con el voto en contra de los populares- que le autoriza a dialogar con ETA y le ha servido de referencia en el fracasado proceso de paz. Una propuesta que hará al presidente cuando comparezca el lunes en la Cámara Baja. Además, le pidió que desmienta urgentemente que tenga compromisos con al banda, como ésta afirma en su comunicado. Reveló que ya lo había hecho en la reunión que mantuvieron en Moncloa, pero dijo que quiere que lo haga en público. «Papelito» Por su parte, María Teresa Fernández de la Vega criticó en los desayunos informativos de una agencia de prensa «ese afán de pegarse a un papelito» del PP, en referencia al Pacto Antiterrorista. La vicepresiden-ta señalaba que en ese acuerdo, que propició en su día Zapatero, hay elementos «muy válidos y otros que no, porque el tiempo ha pasado». En ese mismo foro descartó que Batasuna pueda presentarse a las elecciones de mayo, ya que es una «organización ilegal». «No veo forma de que vaya a presentarse a ningún sitio», señaló y añadió que Batasuna «tiene un largo camino que recorrer, que no es otro que el de la Ley y la Constitución española». Rubalcaba salía rápidamente a la palestra para rechazar la demanda del líder del PP, porque «ETA no puede marcar la agenda política». El ministro del Interior le pidió que haga propuestas que «sumen y no que dividan». «Sería la primera vez en la historia de la democracia que el Parlamento revoca una resolución mayoritaria por una bomba de ETA», aseguró. Nuevo turno para Rajoy, ahora en la sede del PP, para exigir una rectificación a la vicepresidenta por referirse al Pacto Antiterrorista como «un papelito», lo que calificó como una «burla». El líder popular insistía en que «es posible derrotar a ETA con la ley, con la firmeza del Estado de Derecho y con el Pacto Antiterrorista». De esta forma volvía a ponerse de manifiesto la clave del disenso: el Gobierno quiere un nuevo acuerdo que reúna a todos los grupos políticos, mientras los populares le exi-gen que vuelva al ya existente. Todos menos el PP Precisamente ayer acabó Rubal-caba su ronda de contactos con los grupos parlamentarios en búsqueda de ese nuevo acuerdo. El Gobierno constataba tras dos días de entrevistas que cuenta con los mismos apoyos que tenía al abrir el proceso de paz, es decir el de todos los grupos excepto el Partido Popular. El ministro pidió al partido mayoritario de la oposición que «sume sus fuerzas y se una a lo que es una mayoría parlamentaria, para que de mayoría pase a ser unanimidad» en contra de la banda terrorista. El ministro destacó también que la totalidad de los grupos creen conveniente que los populares no se excluyan en la nueva fase que se abre en la lucha contra la banda terrorista ETA y se «sumen a la mayoría parlamentaria» para que «se convierta en unanimidad».