Pajares contabiliza a sus usuarios multiplicando por 3,4 el número de coches aparcados

La diferencia entre el número de esquiadores que acuden cada año a San Isidro y los que se acercan a otras estaciones del entorno menos concurridas, caso de Pajares, es abismal, teniendo en cuenta la capacidad de ambas instalaciones. Este periódico ha querido conocer el modo en el que se contabilizan los esquiadores en cada una de las estaciones citadas y la conclusión es que en San Isidro pecan de modestos. Los usuarios potenciales de las instalaciones son, por un lado, los estudiantes que visitan la estación a través de los convencios con la Diputación. Son 3.500 chicos y chicas que, de momento, no han podido catar la nieve puesto que las Escuelas de Invierno se ponían en marcha el próximo lunes, algo que será imposible. En resumen, se cuentan 300 chavales diarios. Al margen, se suman los bonos diarios, algo que no resulta complicado. Pero la situación se vuelve compleja cuando hay que contar los esquiadores que se acercan con el bono anual. En esta temporada son casi 5.000. Pero, ¿cuándo saber si están o no si tan sólo hay contadores en una parte de las pistas? Se sabe, por ejemplo, que el usuario del bono anual en León acude a la estación con más frecuencia que uno de Pirineos. Por esta razón, en un día festivo con unas condiciones climáticas aceptables, se cuenta entre el 5% y el 10% de los usuarios con bono anual. En el caso de que la estación esté desbordada y las condiciones sean inmejorables, el porcentaje que se suma es del 50% en el mejor de los casos. En Pajares, por poner una referencia, utilizan el mismo método que San Isidro hace unos años. Cuentan las matrículas de los coches y multiplican el resultado por 3,4, que se supone son las personas que de media van en cada vehículo.