Diario de León

Mensajes a través de los móviles convocan a los jóvenes a nuevas peleas el próximo sábado

El Gobierno asegura que en Alcorcón no hay ningún problema con los latinos

El alcalde acusa a los antisistema, mientras que el PP culpa al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero

Una patrulla de la policía vigila las calles de Alcorcón ante posibles altercados

Una patrulla de la policía vigila las calles de Alcorcón ante posibles altercados

Publicado por
Alejandro Posilio
León

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La delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, aseguró ayer que no tiene constancia de que en Alcorcón exista ningún tipo de banda violenta latina, aunque también reconoció que no sabe la causa de los enfrentamientos que protagonizaron jóvenes latinos y españoles durante el pasado fin de semana. «Estamos hablando -manifestó Mestre- de episodios entre jóvenes que no sabemos a qué se han debido. Se habla del uso de las canchas deportivas, de un conflicto entre parejas, pero no lo sabemos con certeza». La representante del Gobierno central enumeró las medidas que ha tomado para evitar que los conflictos continúen: «Mantendremos la presencia policial de forma importante y visible. El comisario se va a dirigir a los directores de los institutos y colegios públicos para detectar el mínimo brote de violencia. Además, he hablado con el alcalde para que se implementen las normas de integración educativas que tiene el ayuntamiento en marcha, y voy a hablar con la Comunidad de Madrid en el mismo sentido. Todo para generar un buen clima de convivencia». Pero no parece que vaya a ser fácil conseguirlo, pues los jóvenes alcorconeros ya estaban pasándose ayer mensajes por móvil con ánimo de continuar los enfrentamientos. «Alcorcón unido contra los Latin King. Es nuestro barrio. Quedada el día 27 de enero en las canchas del Coura. No nos achantarán. Pásalo. Esto es la guerra». Así rezaba uno de los menajes enviados para organizar una nueva pelea. Todo ello llevó a la delegada del Gobierno a afirmar que el asunto provoca «enorme preocupación en el Gobierno», porque puede generar «un brote de xenofobia que no existe en absoluto en Alcorcón», que es un «municipio tranquilo», donde no ha habido «problemas de convivencia hasta ahora». Eso sí, los culpables últimos de los disturbios variaban según quién los explicara. Mientras que el alcalde, el socialista Enrique Cascallana, acusó a una «minoría que forma parte de grupos antisistema» de ser la que lanzó objetos a los antidisturbios y provocó daños en el mobiliario urbano y algunas tiendas, el director de Seguridad del ayuntamiento acusaba a grupúsculos de ultraderecha. Aunque el consejero de Interior, el leonés Alfredo Prada (Partido Popular), traspasaba la responsabilidad sobre el Gobierno central de Rodríguez Zapatero, «por no reforzar la seguridad con más policías». Por su parte, el presidente del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, Lorenzo Cachón, se mostró convencido de que existe un «brote de xenofobia», mientras que el secretario general de CC.OO. de Madrid, Javier López, relacionó la reyerta con la «falta de tiempo de los padres para atender y educar a sus hijos». El despliegue de Policía Nacional y Municipal se mantenía ayer en diferentes puntos de Alcorcón como medida preventiva. La Policía no minimiza el riesgo de una escalada violenta en la periferia de Madrid, pero sostienen que los altercados del pasado fin de semana, en los que participaron unos 600 adolescentes, no están provocados por la existencia de bandas latinas, decapitadas hace ahora un año y bastante debilitadas desde entonces.

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