«Llame usted dentro de dos semanas» Informar desde la discapacidad Cómo, cuándo y dónde «Muchas gracias por su atención»

-«¿Cuándo echamos el papelín?» -«¿Cuánto dinero me van a dar por cuidar a mi padre?» -«Llamo para que me manden una señora». - «Somos cuatro en casa y los cuatro estamos discapacitados; mi hermano va a un centro de día pero sólo está dos horas. Ya no puedo más» -«Mi madre tiene alzhéimer y yo me he caído y me he roto una vértebra...» - «Está muy bien que den ayudas y que quiten los asilos. Yo quiero quedarme en mi casa y mis hijos se empeñan en que vaya a una residencia...» Y así durante 42.966 llamadas -las recibidas hasta el viernes- en el teléfono que el Imserso ofrece gratuítamente para explicar a la ciudadanía las líneas generales de la ley de la dependencia y los avances en su aplicación. De la provincia leonesa se han contabilizado 1.200 llamadas en el 900 40 60 80, el teléfono que atienden de lunes a viernes de 9 a 21 horas y los sábados de 9 a 14 horas cerca de 150 operadores, de los que 73 trabajan en León en un proyecto asociado al Inteco; otros tantos están repartidos entre dos centros de Sevilla y Barcelona. El equipo leonés cuenta también con cuatro coordinadores, dos supervisoras y el jefe del proyecto. Una de las primeras cosas que aclaran los operadores es que durante el 2007 la ley cubrirá las necesidades de las personas con gran dependencia y seguidamente explican de qué se trata: personas que no pueden desempeñar las tareas básicas de la vida diaria y necesitan ayuda permanente. A continuación, indican que a partir de abril se realizarán las valoraciones en los lugares que determinen las comunidades autónomas (aunque a veces, erróneamente, se apunta que el Imserso realizará la valoración). Y luego aclaran las preguntas concretas que plantean los ciudadanos: «Mi hija tiene una discapacidad del 75%, ¿es necesario que le hagan una valoración nueva?» Y la respuesta, siempre amable, es que «se tomará en cuenta cualquier documento, pero será necesario hacer la valoración de la dependencia concreta en cada caso». Una vez establecido el grado de dependencia, «le dirán a qué servicios o prestaciones tiene usted derecho». Y explican que la ley de la dependencia fija como servicios teleasistencia, ayuda a domicilio o centros residenciales. «En el caso de que no haya un centro público o concertado, podrá recibir una ayuda económica en concepto de gastos del servicio», aclara la operadora. Añade luego que si los cuidados se tienen que prestar en el medio familiar, el cuidador no profesional será dado de alta en la Seguridad Social y recibirá formación, información y ayuda para el descanso. Por último, indican que en algunos casos de personas con discapacidad se contempla la posibilidad de contratar a un asistente personal. «El 99,9% se muestran agradecísimos», señala uno de los operadores leoneses, pese a que reconoce que son muchos los sólo se interesan por el dinero y que a veces la gente se siente un poco decepcionada por no poder materializar ya la solicitud correspondiente. Pero los operadores tienen que ceñirse a dar la información que les suministra el Imserso a través de la intranet. Periódicamente se actualizará con las novedades y, por eso, al final de cada llamada recuerdan a los usuarios que se trata de un servicio completamente gratuito y les aconsejan: «Vuelva a usted a llamar en una o dos semanas y les podremos dar más detalles». No faltan los que llaman de algún partido político y se limitan a decir que si es cosa de Zapatero «esto está garantizado» o «no veremos nada», según del bando al que se adscriba el comunicante. Pero con la mayoría de las llamadas -reconocen los operadores- «lo que te entran son ganas de llorar por la dramática situación que te cuentan». Está claro que es una ley muy esperada y cuyo anuncio ha creado grandes expectativas entre la población. José Carlos Vidales es uno de los 73 operadores leoneses que explican a la ciudadanía el día a día de la ley de la dependencia. Lo hace desde un puesto de trabajo adaptado a su discapacidad -deficiencia visual grave por enfermedad degenerativa- su pantalla, entre otras cosas, tiene las letras más grandes. El 6,7% de la plantilla tiene alguna discapacidad. Las principales dudas de las personas a las que ha atendido Verónica Murias -el 86% de la plantilla son mujeres- son los plazos y los lugares. La gente quiere saber cómo, cuándo y dónde presentar las solicitudes. «Hay que aclarar frecuentemente que la contratación del cuidador familiar es una excepción y dependerá del grado de dependencia e ingresos». Quizá un poco decepcionados por no encontrar respuestas más concretas, los ciudadanos que llaman al teléfono de información sobre la ley de la dependencia rara vez no muestran su agradecimiento a los teleoperadores. El desdén se nota más, indica Sergio, entre las personas que sólo llaman interesadas por el dinero que creen podrán recibir.