La morosidad y los desahucios, principales problemas del mercado
La desconfianza por parte de los propietarios sóbre cómo resolver un eventual crédito con el inquilino en casos de morosidad es el principal motivo de que la mitad del parque de viviendas de la provincia siga vacío. El otro es que, sin ningún problema, los pisos se revalorizan y multiplican su valor. El último año lo hicieron en casi un 10%, porcentaje que triplica la rentabilidad de cualquier depósito bancario a plazo fijo. Se supone que una vivienda de alquiler debe proporcionar a su propietario aproximadamente un 3% de su valor con la renta del inquilino, quedando el resto de la inversión para la revalorización del mercado inmobiliario. No siempre sucede así y en los juzgados leoneses se acumulan cada año cerca de medio millar de demandas de deshaucio que, como mínimo, tardan en resolverse cuatro meses o más. La media de morosidad en el sector se sitúa, según la Cámara de la Propiedad Urbana, en torno al 10%, con números rojos sobre los que nadie tiene estadísticas y que en la mayor parte son irrecuperables cuando el inquilino se declara insolvente. Sea grande o pequeña la deuda, en la mayor parte de las ocasiones al arrendador ni le interesa siquiera pleitear por lo elevado de los costes judiciales y se conforma con un desalojo rápido y la garantía, que no siempre se cumple, de que la van a dejar la casa tal como la arrendó. A menudo, sin embargo, queda semiarruinada mientras el demandado se declara, como es natural, insolvente.