La Policía continúa la investigación, pero descarta que el destino del material sean bandas terroristas
Tres detenidos en Ceuta, dos de ellos soldados, por traficar con explosivos
La labor policial iniciada en octubre se saldó con la localización de 586 gramos el lunes
El Cuerpo Nacional de Policía mantiene abierta en Ceuta una operación contra el tráfico de explosivos que de momento se ha saldado con la detención de tres personas, dos de ellos soldados de la Comandancia General de la ciudad autónoma a los que los agentes encontraron 586 gramos de explosivos. Las detenciones se produjeron en la noche del lunes en la avenida Madrid de la ciudad autónoma, y las pesquisas continuaron ayer con registros en diferentes puntos de la ciudad que, de momento, no se han traducido en nuevos arrestos. La policía ha descartado que el destino del material que ha sido intervenido sean organizaciones terroristas, y apunta más bien a bandas dedicadas a la delincuencia organizada como los compradores de 354 gramos de PG2 y un cartucho conformado de trilita de 232 gramos. El móvil de los vendedores, según fuentes policiales, no es otro que el dinero. Las investigaciones se iniciaron el pasado octubre después de que un ciudadano encontrara una sustancia plástica en un parque de la ciudad. Los artificieros determinaron que se trataba de un explosivo militar. A partir de ahí, se iniciaron la pesquisas que, con la colaboración de Defensa, de momento han dado como fruto la detención del ceutí E.A.A. y de los soldados profesionales O.C.C. y J.P.A.M., ambos con antecedentes penales, en un momento en el que se creía que se iba a producir una transacción. Los tres son amigos y eran los supuestos responsables de la venta del material que viajaba escondido en un Peugeot 106 de color azul, que también ha sido intervenido. De baja y expedientados Tanto O.C.C., perteneciente a la Legión, como J.P.A.M, destinado en el Batallón del Cuartel General, estaban de baja psicofísica -el primero desde octubre y el segundo desde noviembre- y estaban expedientados. El legionario por falta grave provocada por acumulación de amonestaciones leves, y el segundo por actuaciones contrarias al régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas, que podría derivar en la expulsión del Ejército. El jefe de Fuerza Terrestre, el general Pedro Pitart, ha ordenado abrir una investigación inmediata para averiguar cómo los dos soldados detenidos habían conseguido el explosivo. Pero ni este caso ni el de octubre que dio origen a la investigación han sido las únicas ocasiones en las que ha sido robado explosivo militar. El pasado 31 de julio en una plaza de Ceuta explosionó un artefacto sin la aparente intención de causar daños materiales o personales. Se trataba de entre 200 y 300 gramos de explosivo de origen militar y utilizado en maniobras, según determinaron los Tedax tras analizarlo. El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha tratado de lanzar un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que «la situación ha estado controlada en todo momento».