El Gobierno sólo dialogará con ETA si renuncia antes al uso de las armas
El Gobierno no condenará el fin dialogado del terrorismo pero está dispuesto a elevar de modo sustancial el listón fijado en 2005 por el Congreso para abrir un proceso de esta índole. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, trabaja con los grupos parlamentarios en la elaboración de un nuevo texto que, según fuentes de la cámara, exigirá a los terroristas el «cese definitivo» de las armas como condición previa al diálogo. La idea es «cruzar» el pacto de Madrid con el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo. El Ejecutivo defiende que ambos contienen elementos aprovechables y otros que han quedado desfasados. La búsqueda del nuevo texto llevará un tiempo. El Gobierno ha advertido a los grupos minoritarios que quiere ir con cautela para incorporar al principal partido de la oposición a un eventual consenso y, hasta ahora, todos han accedido a acomodar los tiempos a esta estrategia. La mayor parte de los partidos coinciden en que, a tenor de lo hablado con Rubalcaba, no debería haber ningún problema para que el PP se sumara al futuro documento que apostará, dicen, por la firmeza policial, la cooperación internacional, la solidaridad con las víctimas y el aislamiento social y político del terrorismo.