Denuncia que sólo en «un país de locos» se puede encausar a un presidente por «hacer política»
Ibarretxe insiste en dialogar «con todos» como única vía para la paz
El lendakari declara durante hora y media ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco A
Tras declarar ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco como imputado por reunirse con la ilegal Batasuna, el lendakari Juan José Ibarretxe se reafirmó en su «compromiso electoral» de dialogar «con todas las sensibilidades políticas» porque es el único camino hacia la paz. Rechazó que pretenda buscar un espacio de impunidad y sostuvo que su citación ante los tribunales es «un despropósito» porque supone «ser encausado penalmente por cumplir con el contrato social que adquirí públicamente». Eso, agregó, «sólo pasa en un país de locos». «Sin diálogo con todos no hay salida», afirmó rotundo Ibarretxe en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco después de prestar declaración en Bilbao durante hora y media. Arropado por los 11 consejeros de su Ejecutivo, el lendakari afirmó que estuvo tranquilo en el interrogatorio porque tiene «la conciencia limpia», explicó que trasladó al juez que va a seguir hablando «con todas las sensibilidades políticas, también con Batasuna, porque no hay otro camino» para alcanzar la paz y lograr acuerdos políticos. Ibarretxe aclaró que el diálogo sin exclusiones es el compromiso que adquirió con la sociedad como lendakari, de hecho, dijo que entregó al magistrado como base documental el acuerdo de coalición entre el PNV, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua-IU, que contiene cuál iba a ser la política del Gobierno vasco. Precisó que su rechazo a ser citado ante los tribunales no implica que quiera estar por encima de la ley ya que «si se comete un delito por parte del lendakari no tenga que ser juzgado». El fondo del asunto, afirmó, es que «sólo en un país de locos se puede encausar a un presidente por hablar para arreglar las cosas». Barbaridad Asimismo, pidió que se «no se engañe a la ciudadanía» porque su condición de imputado no responde a la comisión de un delito, sino precisamente al diálogo que mantiene para buscar la paz, «y eso es una solemne barbaridad, también desde un punto de vista jurídico». La certeza de que no ha cometido delito alguno le llevó a pedir el archivo de su causa y a comparecer, según explicó, con «naturalidad, tranquilidad, y también con firmeza y contundencia política». Otro de los argumentos que trasladó al juez fue que el objetivo de sus reuniones con las distintas formaciones es «trabajar por la paz y el acuerdo entre todos». «Criminalizar el diálogo es volver atrás, es regresar al pasado destructivo y eso no lo voy a aceptar como lendakari nunca», advirtió. Control político Ibarretxe explicó también que denunció ante el magistrado que el proceso abierto en su contra «vulnera el derecho fundamental» que como lendakari tiene «a hacer política». En este sentido, defendió que la acción política debe ser controlada en sede política y no penal. A partir de esta afirmación descolgó una pregunta: «¿El autogobierno vasco es de segunda división?» Y recordó que «cuando el Gobierno español dialoga con representantes de la izquierda abezale se le pide responsabilidades en el Congreso y, sin embargo, cuando toma la iniciativa el lendakari comete un delito». En su descripción de los detalles del interrogatorio judicial de ayer, el lendakari reconoció que no quiso responder a las preguntas realizadas por el abogado del Foro de Ermua por «dignidad» y porque se trata de una asociación que «introduce odio y crispación en la sociedad».