Diez años de prisión para Trashorras por tráfico de drogas y goma 2
José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro, dos de los principales integrantes de la denominada trama asturiana del 11-M, acaban de ser condenados por la Audiencia Provincial de Asturias a sendas penas de 10 y 11 años de cárcel como autores de un delito de tráfico de drogas y otro de tenencia, depósito y tráfico de sustancias y aparatos explosivos. A cada uno de ellos se les impuso también una multa de 218.000 euros. Las penas impuestas a estos dos acusados por el tribunal, que juzgó a un total de 20 imputados por la denominada operación Pipol, son sensiblemente inferiores a las que recogía el escrito de acusación. El fiscal solicitaba 18 años de prisión para cada uno de ellos, diez por el primero de los delitos y ocho por el segundo. El juicio por el 11-M que comenzará el próximo 15 de febrero en la sala especial habilitada por la Audiencia Nacional en la Casa de Campo madrileña, Trashorras se enfrenta a una petición fiscal 38.667 años de cárcel como presunto autor por cooperación necesaria de 191 asesinatos consumados, 1.826 en grado de tentativa, cuatro de estragos terroristas, uno de pertenencia a organización terrorista, otro de robo de vehículos y otro de falsificación de placas de matrícula. Su cuñado tiene una petición del ministerio fiscal de 23 años de cárcel, como presunto autor de un delito de colaboración con organización terrorista, otro de suministro de sustancias explosivas y un tercero de asociación ilícita. Un policía local De los otros 18 acusados, la sentencia absuelve a cuatro (todas mujeres) y condena a los otros 14 a penas que van desde los cuatro a los once años de prisión. La mayor fue para Laurencio Castaño García, policía local de San Martín del Rey Aurelio, que proveía de cocaína adquirida en Galicia a otros miembros de la organización desarticulada. La denominada operación Pipol se llevó a cabo por la policía en julio del 2001 y permitió desarticular dos redes dedicadas al tráfico de drogas y explosivos, así como la intervención de 86 kilos de hachís, casi tres kilos de cocaína, 16 cartuchos de goma 2 y 94 detonadores industriales. Transporte de droga La sentencia recoge entre los hechos probados que Antonio Toro, el cuñado de Trashorras, realizó varios transportes de cocaína de Galicia a Asturias, y de hachís desde Andalucía hasta el Principado. Algunos de los vehículos empleados fueron alquilados por Suárez Trashorras, quien tenía la misión de recibir la droga una vez que llegaba a Asturias. La sentencia, recogida en casi 200 folios, también considera probado que Suárez Trashorras y su cuñado se dedicaban a la venta de cartuchos de dinamita goma 2 ECO, aunque no llega a probar la procedencia de los mismos. Una procedencia que sí está plenamente acreditada el el sumario de los atentados del 11-M.