Diario de León

Varios magistrados trasladan al juez recusado que es urgente que tome una decisión

Los jueces y los políticos presionan a Tremps para que decida si se va del TC

El Gobierno ve «normal» sustituirlo y el Partido Popular le exige que no fuerce su dimisión Ibarra pide que

El magistrado Pablo Pérez Tremps, cuando tomó posesión de su cargo en  junio del 2004

El magistrado Pablo Pérez Tremps, cuando tomó posesión de su cargo en junio del 2004

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Enrique Clemente - redacción | madrid
León

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Pablo Pérez Tremps se lo sigue pensando. El magistrado aún no ha decidido si se va o se queda tras ser recusado por el Tribunal Constitucional, lo que le impide tomar parte en la resolución sobre el recurso presentado por el PP contra el Estatuto catalán. Mientras tanto, recibe presiones de todas partes para que se pronuncie ya en un sentido o en otro. Por un lado, varios de sus compañeros del Tribunal, incluida su presidenta, María Emilia Casas, le han pedido que tome ya una decisión para zanjar una crisis que está provocando un grave daño a la imagen de la institución. Fuen-tes del Constitucional aseguran que Pérez Tremps conocía desde hace una semana que sería apartado del caso, por lo que creen que ha tenido tiempo para tomar una decisión. En cualquier forma dichas fuentes consideran que la situación creada con la recusación es ya irreversible y el daño está hecho, se vaya o se quede. Si opta por renunciar al cargo, su sustituto llegaría marcado por ser designado por el Gobierno en vísperas de decidir sobre un tema muy sensible para Zapatero. Si continúa, los magistrados conservadores estarían en mayoría para decidir sobre la constitucionalidad del Estatut. La presidenta María Emilia Casas quiere cerrar la crisis cuanto antes para entrar en el debate sobre el Estatut, ya que pretende que el Constitucional dicte sentencia antes del verano. Fuentes del tribunal descartan totalmente que pueda haber un fallo antes de las autonómicas y municipales de mayo. Pero Tremps no sólo recibe presiones de sus compañeros, sino también de los partidos políticos. El PP considera inadmisible que sea sustituido por el Gobierno. Su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, señaló el martes que sería «propio de otros regímenes». María Teresa Fernández de la Vega le contestó ayer que reemplazarle sería «lo normal» si dimitiera y admitió que la decisión de recusarle le había causado «sorpresa». Rifirrafes La vicepresidenta tuvo sendos rifirrafes en la sesión de control del Congreso con Ángel Acebes y Zaplana a cuenta de esta cuestión. Acebes la advirtió de que tenga «mucho cuidado» con «llevarse por delante la independencia y credibilidad del Tribunal Constitucional», forzando la dimisión de Pérez Tremps, para «salvar la cara» a Zapatero. Zaplana la exigió que «deje en paz» a los jueces y que se comprometiera «a no poner ni quitar magistrados para que se avengan a las necesidades políticas del Gobierno». De la Vega les respondió que el Gobierno respeta siempre las decisiones judiciales. Por su lado, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, afirmó que convendría restablecer el equilibrio en el Constitucional y el conseller de Interior, Joan Saura, advirtió de que España tendría un «problema grande» si el tribunal «degrada» el Estatut. Josep Piqué (PP) dijo que Tremps debe seguir porque sólo ha sido recusado en un caso concreto.

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