La sensatez del presidente
El garantista sistema legal español ofrece a las partes personadas en un proceso penal una amplia batería de mecanismos para retrasar el inicio de un juicio. En un juicio tan trascendente como el abierto contra los acusados por el 11-M, cualquier magistrado podría caer en la tentación de ceder a esas pretensiones para prevenir futuras protestas por indefensión. Pero el presidente del tribunal que juzga aquella masacre frenó todos los intentos con firmeza y logró que la vista oral diese comienzo. Francisco Javier Gómez Bermúdez sabe que, para atracar en buen puerto, es necesario primero zarpar con viento favorable. Y lo consiguió ayer.