Diario de León

La Diputación renuncia a hacer más viajes de ancianos y apuesta por crear lazos entre León y las nuevas generaciones

El Programa Añoranza de emigrantes se cambia por becas para los nietos

Se calcula que en Hispanoamérica hay casi 20.000 leoneses de segundas generaciones

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Antonio Núñez - león
León

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El Programa Añoranza, financiado por la Diputación desde 1997 para traer de nuevo a León a emigrantes ancianos que marcharon a Latinoamérica, aunque sólo fuera para volver a estar ahora un mes en sus pueblos de origen, en otro viaje de ida y vuelta, será sustituído este año por un proyecto similar para hijos y nietos. La filosofía sigue siendo la misma, que es la de mantener los lazos de unión con la provincia, aún en segundas y terceras generaciones, atendiendo a las necesidades de quienes no pueden pagarse el billete para recordar los lugares de procedencia. La Diputación, que en emotivos encuentros familiares trajo en el periodo 1997-2003 a un total de 265 emigrantes con un coste aproximado de 300.000 euros, unos 50 millones de las desaparecidas pesetas, se encuentra ahora con que no tiene clientes para su veterano proyecto, porque los emigrantes se van muriendo de causas naturales: en el bienio 2005-06 se rebajó la edad de 65 a 60 años, pero ni aún así pudo reunirse a más de ocho o diez personas voluntarias para regresar. Es seguro que tiene que haber muchos más, pero, sean quienes sean, no parecen interesados en las ofertas que desde la Diputación se dirigen a embajadas, consulados y casas regionales, abundantes, por ejemplo, en Argentina, Uruguay, Chile, Méjico o Cuba. También es posible que, por vivir en lugares remotos dentro de aquellos lejanos países, no les lleguen. Vacío generacional Tanto los emigrantes leoneses que triunfaron en Latinoamérica, de Méjico para abajo, incluído Brasil, y retornan esporádicamente a sus pueblos de origen, a veces dejando en ellos cuantiosas donaciones en forma de edificios y servicios públicos, como los que acabaron allí apenas superviviendo de la miseria dejada atrás, son ya, por ley de edad, una exigua minoría. El Programa Añoranza puesto en marcha por la Diputación hace apenas una década se ha encontrado con que el paso de los años le ha dejado sin material humano con qué rellenarlo. Según el diputado de Bienestar Social, Agustín García Millán, el proyecto que, por el nombre, pretendía mantener los lazos de los viejos emigrantes con la provincia debe ser sustituído ahora por otro similar que haga lo mismo con las segundas y terceras generaciones, una vez que la primera va camino de su desaparición. La idea, según él, no ha salido del Palacio de los Guzmanes, sino de las casas regionales en el extranjero, que han ofertado alternativas para mantener los vínculos con los pueblos de la provincia de León: los viajes de ocio pueden continuar para los hijos de los viejos emigrantes, pero, sobretodo, lo que interesa es implicar a la siguiente generación en programas que pueden ir desde becas de estudios en la Universidad de aquí hasta contratos de trabajo como inmigrantes de vuelta o, en algunos casos, relaciones comerciales de empresas propiedad de los que triunfaron allá. Todas las posibilidades están abiertas y el programa espera comenzar a diseñarse a finales de este mismo año, una vez que pasen las elecciones municipales. Según García Millán el proyecto contaría inicialmente con el mismo presupuesto que el Programa Añoranza e, incluso, podría denominarse igual, «porque lo único que habría que hacer sería reconducir el gasto hacia los nuevos objetivos, buscar convenios de colaboración con la Universidad, empresas interesadas, etcétera. «Es un tema que ya estamos barajando y que tendrá que cuajar en un estudio previo para ser llevado a comisiones y al Pleno de la Diputación. ¿Cuándo? Podría ser este mismo año, aunque en vísperas de elecciones no es buen momento para concretar nada». De acuerdo con las mismas fuentes, ésta es una de las pocas aportaciones o ayudas que pueden desarrollarse desde el Palacio de los Guzmanes en favor de la emigración leonesa hacia América, que en otras regiones cuenta con más medios desde las administraciones públicas: los subsidios de la Xunta gallega, por ejemplo, para los que no tuvieron suerte en Argentina. En la Diputación no se dispone de recursos para algo tan amplio, así que se limitan a financiar por lo pobre unos pocos regresos nostálgicos. RECUPERAR LOS LAZOS Los que quieren volver de más de 60 años Para becas y ayudas de los nietos «Recobrar los lazos y vinculaciones con León es cosa que corresponde ya a la gente joven» AGUSTÍN GARCÍA MILLÁN , diputado de Bienestar Social

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