El presidente del tribunal no quiere que haya interferencias en el juicio
Bermúdez dice a las víctimas que «empieza el tiempo del Derecho»
«Oigan lo que oigan y vean lo que vean , recuerden que existe la presunción de inocencia», afirmó La sensatez del p
El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, quiere mantener bajo control todos aquellos elementos que puedan interferir en el normal desarrollo de la vista. Por eso, y por deferencia, quiso dirigir unas palabras a las víctimas del 11-M que, en calidad de público, acudieron a la primera sesión. Sus reacciones -van a vivir situaciones complejas- pueden convertirse en un problema de difícil gestión. Antes de dar por iniciada la sesión, antes de que los procesados fuesen introducidos en la sala, el magistrado Gómez Bermúdez se dirigió a las víctimas que ya ocupaban sus asientos y les indicó que «ahora empieza el tiempo del Derecho». Todo lo demás, al menos esa es su intención, quedará excluido de la sala de vistas durante los próximos meses. Las víctimas abarrotaron el espacio reservado al público junto a familiares de los procesados. A unos y otros pidió su colaboración, hoy y en los próximos días, para asegurar la buena marcha del proceso. Muchos damnificados en aquella masacre estaban a punto de ver en persona, por vez primera, a los supuestos verdugos de sus allegados; unos, tras un cristal blindado, pero otros apenas a cinco o seis filas de distancia. Consciente de la situación, el presidente del tribunal les pidió que «oigan lo que oigan y vean lo que vean, aunque sea difícil para ustedes, recuerden que el Estado de Derecho en España supone que toda persona que se sienta en la sala goza de la presunción de inocencia». «No lo olviden», insistió Gómez Bermúdez, que por último solicitó a las víctimas que mantengan en la vista oral la «templanza y dignidad que les ha caracterizado desde el primer momento». «Se va a hacer justicia, no venganza». Enrique López, vocal del Consejo General del Poder Judicial, hizo ayer profesión de fe en el sistema judicial española antes de asistir al arranque del juicio por el 11-M. El portavoz del órgano de gobierno de los jueces afirmó que ninguno de los procesados «puede sentirse indefenso», ya que cuentan con todas las garantías del Estado de Derecho. López reclamó un «ámbito de tranquilidad» para que los magistrados puedan realizar su labor sin injerencias del exterior. Máxime ahora, añadió, en que España se va a convertir en un «referente mundial». Emilio Murcia, el abogado que representa a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, personada como acusación particular, sacó a relucir las sospechas sobre la participación de ETA en la masacre del 11-M en cuanto gozó del primer turno de palabra una vez iniciada la sesión. Murcia hizo constar en acta que hubiese querido preguntar al procesado si la célula contó con la colaboración de algún otro grupo terrorista.