Presidente de la Asociación de Promotores y Productores de energía eólica de Castilla y León
«La comunidad ocupa una posición privilegiada en esta industria»
«No es el único problema que tenemos, pero si el negocio no es rentable, el resto de los problemas del sector pasan a segundo plano». Gracia Bernal reclama el mantenimiento del marco de ayudas actual, y las inversiones comprometidas por Red Eléctrica Española para garantizar una industria (tanto en los parques como en la fabricación) en la que «Castilla y León ocupa una situación privilegiada». -¿Cómo justifican la decisión del Ministerio de Industria? -Porque ha hecho los cálculos partiendo de datos que no son correctos, ni los costes de puesta en marcha ni los gastos de explotación, que son el triple de los que habíamos calculado, también porque el material se ha encarecido mucho porque la demanda es elevadísima y los fabricantes se han concentrado. Tampoco están bien considerados los gastos financieros; y los emplazamientos de futuro no alcanzan la rentabilidad que Industria ha previsto. -¿Cuáles serán las consecuencias para el sector? -De manera inmediata, un enfriamiento de las perspectivas. No se puede generalizar, Castilla y León, casi cada provincia, tienen unas características muy especiales, con un nivel de fabricantes e inversores muy elevado. El 85% de los componentes que se instalan en la autonomía se producen aquí. Ahora se cuestiona el sector y eso para la comunidad es nefasto. -¿Cómo van a reaccionar los promotores? -Buscarán negocio fuera del país, nosotros también lo estábamos buscando, aun antes de que aquí se agotara el mercado. Pretendíamos ser líderes en fabricación, pero el dinero es muy miedoso, y se volverá hacia los países emergentes. -¿Se paralizarán las inversiones en la comunidad? -No, pero se enfriarán. De hecho, algún banco ha paralizado financiación hasta ver qué pasa. En Castilla y León no podemos permitirnos tanta tibieza, nos hace falta alegría, no estas incertidumbres. Está claro que es necesario aportar energía eléctrica, de hecho todas las energías renovables las absorbe el consumo. Hemos asumido los sobrecostes de explotación y el encarecimiento de los aerogeneradores porque en el sector había alegría y rentabilidad; y todo se ha hecho razonablemente bien. Un sector que mueve tantísimo dinero no puede tener estas incertidumbres.