| Crónica | Desde Fuensaldaña |
El castillo se quedó pequeño
En su último aniversario del Estatuto como sede de las Cortes, el castillo de Fuensaldaña se quedó pequeño para acoger a todos los que allí quisieron estar
Una de las dos o tres grandes celebraciones de la comunidad, junto a su propia fiesta autonómica, es el aniversario del Estatuto de Autonomía, que, pese a quien pese y aunque a veces no pese demasiado, ya cumple 24 primaveras. En un día pasado por agua, el castillo de Fuensaldaña volvió a poner en evidencia ayer una de las muchas razones por las que se está construyendo una nueva sede parlamentaria en la capital vallisoletana. Y es que los 500 invitados que acudieron a celebrar el 24 cumpleaños de la norma básica de la comunidad, así como a participar en el homenaje que se ofreció a los ocho periódicos centenarios de Castilla y León, apenas tuvieron espacio para moverse en un castillo y en una carpa anexa que otros años recibía, ya con estrecheces, a unas 350 personas. Y eso que no estaba todo el mundo. Los dos miembros del Grupo Mixto, Joaquín Otero y José María Rodríguez de Francisco, no tuvieron el lapsus de acudir a Fuensaldaña en un día como el de ayer, algo que, por otra parte nunca han hecho. Aunque para lapsus, el del presidente de las Cortes, Fernández Santiago, quien terminó su intervención institucional felicitando a todos los presentes el Día de la Comunidad... Pues si él no tiene claro que esa fecha cae todos los años en el 23 de abril... como para tenerlo los demás.