El confidente genera alta tensión

La de ayer fue, sin duda, la sesión más tensa del juicio. El generador de esa tensión fue el confidente Rafa Zohuier, el más histriónico de los 29 acusados que se sientan en el banquillo. Este marroquí que dijo haber hecho de todo, desde striper hasta empleado de hogar, pasando por otras ocupaciones menos honrosas, como atracador, traficante de drogas y confidente policial, declaró durante casi toda la mañana y parte de la tarde de ayer en un tono desafiante, provocador y marrullero que desató las sonrisas de sus compañeros de banquillo y una creciente tensión entre las víctimas que siguen el juicio desde los bancos. La situación no pasó desapercibida al presidente del tribunal, que interrumpió la sesión de tarde antes de la hora prevista para el descanso, llamó al acusado y su abogado a capítulo en su despacho, e inmediatamente acudió a tranquilizar a varias víctimas que no podían contener las lágrimas. Zohuier, nada más empezar, a la pregunta del tribunal de si se declaraba culpable o inocente, replicó en tono chulesco: «súperinocente». Reaccionó inmediatamente Javier Bermúdez: «Lo de súper, sobra. A partir de ahora, lo justito». Al personaje se le veía venir, por eso lo interrogó personalmente el fiscal jefe Javier Zaragoza, que está muy bregado en lidiar toros de este calibre. Todo su esfuerzo en proclamar a diestro y siniestro que él fue el único que hizo algo por evitar los atentados se lo chafó Trashorras en su declaración posterior.