Londres entrega a España al dueño del local donde se preparó el 11-M

Moutaz Almallah Dabas, un ciudadano sirio nacionalizado español que había cambiado su trabajo en Madrid de mecánico electricista por el de ayudante del emir Abu Qutada, considerado como el embajador de Al Qaida en Europa, regresó en la tarde de ayer a la capital de España en un avión militar y escoltado por varios policías, una vez entregado por las autoridades británicas. Moutaz Almallah fue detenido el 19 de marzo del 2005 en su casa de Slough (al oeste de Londres), a instancias del juez español Juan del Olmo, por su presunta relación con la célula terrorista acusada de los atentado del 11-M. Un día antes había sido detenido en Madrid su hermano Mouhannad, que desde el pasado 15 de febrero se sienta ya en el banquillo de los acusados en la Casa de Campo de Madrid donde pesa sobre él una petición fiscal de 12 años de cárcel como presunto autor de un delito de integración en organización terrorista. La extradición se materializó una semana después de que cinco jueces de la Cámara de los Lores del Reino Unido hayan rechazado la apelación presentada por el detenido contra la resolución del Tribunal Superior de Londres en la que rechaza el recurso que había presentado contra la decisión del primer juez que autorizó la extradición. El juez Juan del Olmo, que acumula bastantes indicios de que el extraditado era el enlace de Abu Qutada con la célula española, en las próximas horas le tomará declaración en el marco de las diligencias previas 47/2006, en la que están imputados otros implicados en el 11-M que por diversas razones no han sido incluidos en el proceso principal que actualmente está siendo objeto de juicio. Según reconoció su hermano Mouhannad en su declaración ante el tribunal del 11-M, el ahora extraditado era el titular de un local ubicado en la calle Virgen del Coro, del barrio de la Concepción de Madrid -muy cerca de la mezquita de la M-30- que servía de casa de acogida de islamistas en tránsito y para reuniones de adoctrinamiento yihadista. En esas reuniones participaron, entre otros, varios de los suicidas de Leganés, como Rifaat Anouar, los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha, Allekema Lamari y Serhane Ben Abdemajid, el Tunecino, que ejercía como líder del grupo. Además, en el local residieron dos de los procesados: el sirio Basel Ghalyoun, a quien la fiscalía considera autor material, y el marroquí Fouad El Morabit, que se enfrenta a una condena de 12 años por integración en organización terrorista y que puede acabar condenado como autor material. A Moutaz, que huyó de España tras la operación Dátil y a su hermano Mouhannad se los relaciona también con la captación de radicales islamistas en España para su posterior envío al extranjero. Además, los hermanos Almallah mantuvieron contactos con El Egipcio, procesado como autor intelectual.