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| Análisis | Un aliciente para el Parque Tecnológico |

Actividad económica dinamizada

Una división de computación al servicio de la empresa permitirá formar a ingenieros que, más allá del mundo académico, trasladen a las compañías el máximo rendimiento de la I+D+i tecnológica

Una de las instalaciones del Crai-TIC de la Universidad de León

Publicado por
M. J. Muñiz - león
León

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Una de las iniciativas que se desarrollará a raíz de los dos centros de HP en León es la División de Computación al Servicio de la Empresa, una idea «lanzada» por el rector, Ángel Penas, para trasladar a las actividades económicas de los parques tecnológicos de la comunidad la investigación que se desarrolle en los centros de tecnologías de la comunicación. «Es una línea de trabajo muy importante, crítica para un desarrollo correcto del proyecto, no hay que gastarse todo el presupuesto en hardware. De poco vale tener uno de los veinte supercomputadores más potentes del mundo si al final no se puede exprimir y sacar todo el partido para la actividad empresarial y económica», comenta Miguel Ángel Turrado. Y para sacar el mejor partido, «hacen falta buenos profesionales que trabajen en torno a la supercomputación». Pero lo importante es no formar sólo a ingenieros capaces de trabajar en el propio centro, sino «también estar presente en las empresas que vayan a utilizar los servicios de este centro, y que puedan aprovechar las ventajas de un superordenador de estas características». De hecho, explica el responsable de Estrategia y Márketing de HP Consulting, «el máster que se organizará en la Universidad de León va dirigido no sólo a gente que quiera trabajar en el Centro de Supercomputación, sino sobre todo a personal altamente cualificado que quiera trabajar en las empresas y aprovechar al máximo esta infraestructura. La División de Computación al Servicio de las Empresas iría en este sentido». Diferencias en León Turrado explica que precisamente esta vocación empresarial es uno de los puntos diferenciadores del Centro de Supercomputación leonés frente a los otros existentes en España. «Está el centro Mare Nostrum en Barcelona, el Centro de Supercomputación Gallego,... Pero la diferencia con la que arranca el leonés, y creo que es una de sus facetas claves, es que los otros están dirigidos al entorno universitario y muy científico, una investigación muy centrada en esos ambientes». El directivo resalta también las ventajas de contar con un Parque Tecnológico en la ciudad. «Un centro de supercomputación tiene especial repercusión cuando existe una infraestructura de este tipo, y para comprobarlo tenemos el ejemplo de Estados Unidos». Disponer de una infraestructura de supercomputación en un parque tecnológico «ha permitido dinamizar la actuación y el rendimiento de las empresas que utilizan estos servicios. El asunto diferencial del supercomputador leonés no es tanto su capacidad de proceso, que es muy importante, como que va a dar servicio a las empresas. Y también que servirá de aliciente a las compañías que puedan utilizar este tipo de estructura para que elijan el Parque Tecnológico de León en lugar de otro a la hora de ubicarse». Miguel Ángel Turrado pone un ejemplo práctico de cómo el supercomputador puede agilizar el rendimiento de algunos de los sectores tradicionales, pero también con más potencial, de la economía leonesa. «Tenemos el caso de la farmacología, en el caso de León en un campo tan arraigado como la medicina veterinaria. El desarrollo de un fármaco nuevo supone una inversión multimillonaria, y el 60% de esa inversión habitualmente se emplea en la fase de pruebas y ensayos en laboratorio. El centro de supercomputación permite pasar esas pruebas a la máquina, y las combinaciones y composiciones que habitualmente requieren varios días, incluso semanas, para comprobar los resultados; pueden concentrarse en unas pocas horas de utilización de este supercomputador. Se trataría de simular y modelar los comportamientos de una sustancia para obtener las conclusiones». El experto de HP destaca que las empresas de biotecnología, así como las de ingeniería en general, necesitan de estos servicios de supercomputación «para ser competitivas en su negocio tradicional». La aplicación empresarial de las innovaciones que se desarollen en los nuevos centros será una de las formas de rentabilizar la inversión que Junta y HP realizan para la puesta en marcha de ambas iniciativas. En el caso del Centro de Supercomputación, costará algo más de diez millones de euros, y está ubicado en el Crai-TIC de la Universidad de León. Por lo que se refiere al Centro de Competencia, que estará en el edificio de usos múltiples de la Junta en el Parque Tecnológico, supone una inversión de 16 millones de euros.