El Gobierno defiende que absolver a Otegi fue «pura normalidad»

La puesta en libertad de Arnaldo Otegi provocó ayer una nueva tormenta política. El Gobierno defendió la decisión de la Fiscalía de retirar la acusación de enaltecimiento del terrorismo que permitió su absolución. Mariano Fernández Bermejo explicó esa posición al decir que el fiscal Fernando Burgos hizo «lo que tenía que hacer», basándose exclusivamente en argumentos «técnico-jurídicos». Para el ministro de Justicia no hubo ningún «paripé» ni hay lugar para el escándalo ante una decisión «usual» y «normal». «Lo que daña la imagen de la Justicia son determinadas lecturas interesadas de algo que es normalidad pura y dura», Diego López Garrido insistió en esa línea y afirmó que el fiscal actuó de «forma autónomo e imparcial» y se limitó a aplicar la jurisprudencia existente que muestra que dos personas fueron absueltas por los mismos hechos de los que se acusaba al dirigente de Batasuna. Todos los grupos, menos el PP, cerraron filas y defendieron la actuación de la Fiscalía. Por su parte, el PP exigió la comparecencia urgente de Zapatero en el Congreso para explicar una decisión cuyo objetivo es, según Eduardo Zaplana, «tapar la boca» a la Justicia. El portavoz parlamentario la enmarcó dentro de las «cesiones a la desesperada y sin escrúpulos» de un Gobierno que «nunca había caído tan bajo». Ángel Acebes dijo que la absolución de Otegi tras la intervención de la Fiscalía es «tan grave o peor» que la prisión atenuada concedida a De Juana. El número dos del PP acusó al Gobierno de ofrecer su libertad para «comprar un comunicado de ETA». Mientras, la Asociación de Fiscales, una agrupación conservadora y mayoritaria entre los fiscales españoles, expresó su indignación porque se retiraran los cargos a Otegi y exigió que se den explicaciones. Por otra parte, el Sindicato Profesional de Policía calculó que el traslado del dirigente de Batasuna a la Audiencia Nacional, supuso un coste de casi medio millón de euros. El secretario ejecutivo de Libertades Públicas, Justicia y Seguridad del PP, Ignacio Astarloa, consideró de «oprobio para la justicia española» la retirada por parte del Ministerio Fiscal de los cargos contra el dirigente de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi. El «trío calaveras» El portavoz del Partido Popular en el Senado, Pío García Escudero, calificó la absolución una «auténtica burla a los españoles del trío calaveras: Otegi, Pumpido y Zapatero». Escudero, también coordinador del comité de campaña del partido consideró que la absolución de Otegi es una «nueva ofensa a la dignidad del pueblo español», un «escándalo».