La UE fija como plazo el 2012 para ciudades de más de 100.000 habitantes
Detrás de León capital el resto de las ciudades españolas, en general, y de la autonomía del Duero, en particular, se apresuran a elaborar mapas acusticos con años de retraso respecto a León, que serán obligatorios para cualquier pequeña capital que sobrepase los 100.000 habitantes a partir del 2012. En el caso leonés la mayoría del trabajo ya ha sido ejecutado, aunque todavía falta por evaluar en detalle impactos de contaminación acústica para áreas e infraestructuras urbanas como el entorno del ferrocarril o las últimas rondas de acceso a la ciudad, donde ya se daba por supuesto el ruido. A modo de precaución local el Ayuntamiento ha ampliado también ahora un estudio de los nuevos barrios levantados a raíz del auge de la construcción, con urbanizaciones que suman decenas de miles de habitantes tanto en la ciudad como en los núcleos de la periferia necesitados de vías de comunicación, no menos ruidosas, que enlacen con la capital. En el caso leonés la elaboración del mapa acústico, que va por su tercera edición, resulta una incógnita a efectos prácticos, a pesar de ser pionero respecto al resto del país: lo que nadie dice, y menos en campaña electoral, es cómo suprimir los ruidos del tráfico de día y de los bares de copas en la madrugada.