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«Las zonas peatonales mejoran el confort»
Cambiar semáforos por rotondas también ayuda a eliminar problemas en la calidad de vida de la gente, según los estudiosos, que no dicen nada sobre cómo regular los atascos de tráfico
Aún es pronto para conocer las conclusiones y propuestas de actuación de los expertos universitarios que están realizando el nuevo mapa acústico de la ciudad, aunque según el técnico municipal responsable de temas medioambientales, David Gustavo López, se supone que no diferirán en exceso de los anteriores. Decisiones políticas y disponibilidad de recursos económicos aparte, el anterior mapa recomendaba sustituír, siempre que fuera posible, los semáforos por rotondas a fin de aliviar los atascos en plazas y entornos claves, reordenar el tráfico mediante vías o calles de sentido único, suprimir las denominadas bandas sonoras, «cuyo nombre habla por sí sólo», etcétera. Otras recomendaciones entran dentro de las simples ordenanzas de tráfico, como la prohibición de señales acústicas (sirenas) a ambulancias o la propia policía, controlar vehículos especialmente ruidosos, muchos de ellos trucados o tuneados intencionadamente para llamar la atención haciendo más ruido, o ampliar las zonas peatonales, «que conducirá a mejorar el confort de los ciudadanos en todos los ambitos». En cuanto a las rondas de circunvalación, también se consideran positivas, pero superan el ámbito municipal. Por último y respecto al ruido ocasionado durante las noches de fin de semana en las llamadas «zonas lúdicas», los expertos se limitan a sugerir más inspecciones en la insonorización de establecimientos y campañas de educación cívica sobre bares con puertas y ventanas casi permanentemente abiertas, controles de horarios y la no instalación de terrazas a partir de determinadas horas de la noche, o acabar con los «botellones» en zonas que pueden ser céntricas o no. La solución del ruido nocturno, en todo caso, tiene poco que ver con el planeamiento urbanístico y mucho más con la concienciación ciudadana. «Debe insistirse que un aspecto fundamental es el respeto a la convivencia mutua y parece elemental, pero debe decirse, que un comportamiento normal, basado en el mencionado respeto a los demás, contribuiría a evitar situaciones de molestia, crispaciones o de tensión».