«Las nuevas barriadas han multiplicado el nivel de molestias para el vecindario»
La actualización de los mapas acústicos de León, que se han adelantado a la normativa estatal, se está realizando con una periodicidad media de siete años, imprescindible, según los técnicos por el espectacular crecimiento urbanístico de la ciudad, el cual ha generado nuevos problemas, especialmente en todo lo relacionado con el tráfico. En apenas una década han surgido polígonos urbanísticos enteros dentro del casco urbano de la ciudad o en sus aledaños más próximos, como los de Eras de Renueva, la Chantría o la Palomera, cada uno de ellos con centros de servicios multitudinarios: Delegación Territorial de la Junta, ambulatorios del Sacyl, Musac, auditorio, El Corte Inglés o las promociones de viviendas en torno a la propia Universidad. El ruidoso callejero de la capital también se ha visto afectado, tanto de día como de noche, por las peatonalizaciones del centro, que, según los mismos técnicos, «si hay algunas circustancias que intervienen de manera profunda en las características de la vida ciudadana, éstas son siempre las peatonalizaciones (...) y es evidente, desde el punto de vista del ambiente urbano, la fuerte repercusión que todas estas variacines han debido suponer en las zonas donde se han llevado a cabo». De cara al futuro más inmediato se alerta también sobre la s promociones en La Lastra o las que están creciento en municipios limítrofes, como Villaquilambre, que precisan vías de entrada y salida desde la capital con alta densidad de tráfico y ruidos. A la hora de valorar la salud medioambiental de León en cuanto a contaminación acústica, tanto los autores de anteriores mapas como el técnico municipal responsable de este área, David Gustavo López, dicen ser optimistas, a pesar de las mediciones realizadas hasta ahora. «Los niveles diurnos de ruido», se dice, «no pueden considerarse globalmente como altos dentro de lo habitual en ciudades parecidas a la nuestra, aunque en el periodo nocturno estos niveles son excesivamente altos». Por último y como previsiones de futuro los expertos dicen confiar no tanto en que la situación mejore como en que no empeore, o sea que se mantenga tal como está o quede razonablemente controlada. Paradójicamente también el ruido es un baremo de prosperidad económica, que crece paralelamente a la actividad y el tráfico de las ciudades, «así como con la existencia de población flotante que se desplaza a León desde localidades próximas».