Asegura en el juicio del 11-M que nunca se le ordenó seguir la pista etarra

Un comisario de la Unidad Central de Inteligencia Interior (UCI-I), la unidad de élite de la Policía para la lucha contra ETA, aseguró ayer que ni él ni su grupo recibió «en ningún momento» instrucciones del Ministerio del Interior o la dirección general del cuerpo para orientar la investigación del atentado del 11-M hacia la hipótesis etarra. El experimentado policía sostuvo que «desde el mediodía» de aquel jueves ya sospechaban que no se trataba de un atentado perpetrado por terroristas locales. «Incluso desde antes cada uno tenía sus teorías», remachó. El comisario había sido convocado ante el tribunal por la Fiscalía para explicar su participación en la detención de Emilio Suárez Trashorras y en el cerco de Leganés. Sin embargo, su condición de experto en la lucha contraetarra provocó que varias acusaciones y una defensa le hicieran preguntas como si de un perito se tratase. Su intención, según el caso, era disipar o azuzar la sombra de ETA en la masacre de los cercanías, pero las respuestas dieron un resultado más positivo para los primeros. A preguntas del letrado de la asociación mayoritaria de víctimas, la presidida por Pilar Manjón, el testigo explicó que considera poco probable que los etarras pudieran colaborar con los islamistas. «Toda las organizaciones terroristas, no sólo ETA, son bastante herméticas a nivel orgánico y operativo», subrayó con convicción. World Trade Center La defensa de Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, alineada con la «teoría de la conspiración», trató de darle la vuelta a esta declaración. Y lo hizo con sorpresa incluida, al sacar a la palestra el atentado con coche bomba contra las Torres Gemelas de Nueva York de 1993. El comisario también desmintió otra de las pistas en que basan los partidarios de la «conspiración» la supuesta participación de ETA en los atentados. Negó, así, que Suárez Trashorras afirmase en su primera conversación con la Policía que Jamal Ahmidan, líder logístico de la célula, le hubiese comentado que conocía a los etarras de la «caravana de la muerte».