Bombas contra chozas

Los vecinos de las seis chozas de pescadores situadas dentro del campo de tiro militar de Pájara, al sur de Fuerteventura, que fueron derribadas hace unos días, se sienten «indignados» y piden que el Ministerio de Defensa explique su demolición. Estos vecinos se acercaron «indignados» al lugar donde, desde hacía 150 años, se levantaban siete refugios marineros, de los que sólo dos permanecen en pie, mientras que el resto, según afirmaron, han sido destruidos con material bélico, como atestiguan las muestras que han quedado esparcidas por la zona. Pedro Cabrera y Ramona Hernández son dos de los vecinos que, desde que tienen uso de razón, se acuerdan de venir con sus padres a este refugio de marineros durante la época de pesca. «Irremediablemente atrás ha quedado ya este enclave, que ha sido quitado de golpe y de forma violenta», denunció Ramona, quien confía en que los autores de esta acción «den la cara y expliquen los motivos de tal demolición, realizada a conciencia». Tanto los vecinos afectados por los bombardeos como el Ayuntamiento de Pájara piden al Ministerio de Defensa que explique la destrucción de estas seis chozas de pescadores situadas en Las Salinas. El alcalde de Pájara, Rafael Perdomo, considera que «no es aceptable la destrucción unilateral de unos refugios de pescadores que tenían más de 150 años». Las chozas de Las Salinas no sólo son un lugar de descanso y refugio de los pescadores. «También son el lugar donde muchas familias de Pájara y Toto han pasado tradicionalmente sus vacaciones de verano, y que ahora se ha visto truncada violentamente y sin razón aparente», explicó el primer edil. Tanto la corporación como los vecinos, ante el conflicto de intereses que se da entre el ejercicio de las prácticas militares y el normal desarrollo de su día a día, insisten en el cierre del campo de tiro de Pájara. «Si una actividad como la militar no es capaz de convivir y respetar las tradiciones y costumbres de la población local debe parar y buscar otro sitio donde sus ejercicios no interfieran en la vida cotidiana», aseveró el alcalde.