Intervenidas dos capuchas blancas con las que se leyó el comunicado de alto el fuego
El comando Donosti planeaba el asesinato de Fernando Savater
El juez envía a prisión a seis de los etarras detenidos en la operación antiterrorista Per
El desarticulado comando Donosti de ETA pretendía asesinar al filósofo y miembro de la plataforma Basta Ya Fernando Savater. José Ángel Lerín, el único de los detenidos que permanecía a sueldo de la banda y al que se considera el jefe del grupo, había realizado labores de seguimiento de Savater, aunque no tenía una orden directa de atentar de inmediato. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decretó ayer prisión incondicional para seis de los ocho detenidos en la operación desarrollada contra el comando de ETA. Julián Larrañaga fue puesto en libertad el pasado jueves y Endika Zinkunegi quedó libre ayer, aunque con la obligación de presentarse ante la Justicia cada 15 días. Otros tres detenidos el pasado domingo: Sergio García Lazkano, Unai Lamariano y Joseba González Pavón prestaron ayer declaración ante la Guardia Civil y serán interrogados por el juez la próxima semana.Junto a Lerín Sánchez ingresaron ayer en prisión Juan Carlos Herrador Pousa, Íñigo Orue, Arkaitz Agote, Itziar Agirre y Lorea Irigoyen. Según el juez, Lerín ingresó en el que la banda ETA denomina comando Urederra en mayo del 2006, con la tregua vigente. Anteriormente ya había sido detenido por actos de violencia callejera. Juan Carlos Herrador, Arkatiz Agote y Lorea Irigoyen eran miembros directos del comando, mientras que a Íñigo Orue e Itziar Agirre se los considera colaboradores. Además del seguimiento a Savater, los detenidos tenían documentación que indica tareas de rastreo sobre las actividades de un policía nacional del barrio de Amara en San Sebastián, de dos erzainas de la localidad guipuzcoana de Tolosa y de un confidente de la Guardia Civil. El director de la Guardia Civil y de la Policía, Joan Mesquida, ofreció ayer desde Bruselas más datos acerca de los registros efectuados durante la operación. Aunque se ha encontrado documentación sobre diversos objetivos, no hay constancia de órdenes para cometer un atentado de manera inmediata. En un piso ubicado en San Sebastián se encontró una memoria con información de la banda. Mecanismos de alerta Entre los objetos incautados en un local del barrio de Errotaburu, de San Sebastián, hay dos capuchas blancas que se sospecha que fueron utilizadas para leer el comunicado del último alto el fuego ante las cámaras. Además, en los registros se encontraron 200 kilos de material para fabricar explosivos, componentes para bombas lapa y dos pistolas, una de las cuales pertenece al arsenal robado en Francia. Mesquida dijo que la operación deja claro que la banda terrorista ETA «tiene capacidad operativa, tiene explosivos de los que hizo acopio antes de la declaración de tregua, tiene activistas y tiene armas, por lo tanto pueden cometer en cualquier momento atentados, y por ello es fundamental tener activados todos los mecanismos de prevención y anticipación» a la banda.