Se cumple un mes desde que el niño Yeremi desapareció en Gran Canaria y aún no hay pistas fiables
El pequeño Yeremi José Vargas Suárez, de siete años, desapareció hace un mes de su domicilio de Vecindario, en Gran Canaria, donde su familia, agotada y casi sin fuerzas que les ayuden a mantener la esperanza, pide a los investigadores que trabajan en el caso alguna pista a la que aferrarse, algún dato que les proporcione algo de aliento para continuar con la espera. Para la familia del pequeño Yeremi, esta Semana Santa es, sin duda, la más dolorosa y triste que han pasado. En el recuerdo quedan los preparativos de las vacaciones el pasado año. Según Milagros Suárez, tía del niño, «esta semana estamos un poco más decaídos porque los niños están de vacaciones y se nota más la ausencia». La también portavoz de la familia, recordó que la búsqueda y los rastreos continúan, «aunque son selectivos, tanto los familiares como los voluntarios continuarán rastreando». Las muestras de apoyo y de cariño llegan desde todos los rincones del archipiélago, a través de las concentraciones que reúnen, en diferentes puntos de la geografía canaria, a cientos de personas que piden la vuelta de Yeremi. Esta situación, de incertidumbre y de espera, ya se alarga demasiado para la madre del niño, Ithaisa Suárez, que respeta el hermetismo con que se lleva a cabo la investigación pero que confiesa estar exhausta y «sin saber qué hacer» ante la ausencia de noticias.