Diario de León

Varios miles de personas colapsaron la iglesia y la calle principal durante el entierro

Sen: «Gracias por todo el apoyo que estamos recibiendo de la gente»

El presidente de la Diputación de León y la ejecutiva del PSOE asistieron al sepelio

El féretro, a la entrada, en la iglesia

El féretro, a la entrada, en la iglesia

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José María Campos - cistierna
León

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Entre todas las muestras de cariño y solidaridad que ha recibido la familia de José Segundo Sen, el momento más emotivo se produjo ayer, cuando varios miles de personas se trasladaron al tanatorio de Cistierna para irrumpir en un aplauso emotivo. Nicanor Sen, alcalde de Cistierna y hermano del fallecido, visiblemente afectado, salió para dar las gracias a todos los vecinos de Cistierna y a cuantos les han mostrado su apoyo en estos días tan duros. «Agradezco el apoyo que estamos recibiendo de toda la gente», dijo Sen quien ante el dolor y la emoción no pudo hablar más mientras la gente volvía a interrumpir con un prolongado aplauso. La ceremonia se inició con el traslado el féretro desde el tanatorio de Cistierna hasta la iglesia de Cristo Re la víctima y cientos de vecinos, mientras varios miles de personas esperaban en el interior de la iglesia y en la calle principal. Entre los asistentes se encontraba el presidente de la Diputación de León, Javier García Prieto, el secretario provincial del PSOE, Miguel Martinez y toda la ejecutiva provincial socialista a la que también pertenece el alcalde de Cistierna, Nicanor Sen. Al terminar la misa el féretro fue conducido al cementerio de Cistierna donde recibió sepultura en presencia de sus familiares y de cientos de vecinos. Se cierra así una de las páginas más dolorosas de Cistierna donde la ciudadanía ha hecho suyo el dolor de una familia tal y como recordaba el comunicado de los amigos de la familia: «Hoy todos somos José». La sensación de impotencia e incredulidad era evidente entre los comentarios de cientos de personas que se trasladaron a Cistierna desde toda la montaña oriental para estar con la familia Sen en la hora del entierro. El rostro de los vecinos que se encontraban en el entierro reflejaba el dolor de una familia y de un pueblo. «Hemos sido siempre un pueblo acogedor desde la epoca de la minería con cientos de emigrantes que vinieron a trabajar y no nos merecemos tener que sufrir situaciones de tanto dolor», se lamentaba una vecina. Poco después, la comitiva se disperó, y la normalidad relativa volvió a apoderarse de las calles de la villa. «Demandamos justicia ante lo que consideramos un brutal asesinato que no tiene sentido ni explicación» VECINO DE CISTIERNA «El dolor de esta familia es el dolor de todo un pueblo, ya que le podía haber ocurrido a uno de nuestros hijos» VECINA DE CISTIERNA

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