La Guardia Civil sabía en el 2003 que Toro ofertaba 150 kilos de explosivos

La Guardia Civil conoció un año antes de los atentados del 11 de marzo que los asturianos ofertaban 150 kilos de explosivos a quien estuviera dispuesto a comprarlos. Así lo reconoció ayer en el juicio un teniente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil conocido por el nombre de guerra de Víctor y que fue el controlador del confidente Rafa Zohuier. Esa información, sin embargo, «se olvidó» de dársela al juez instructor en su declaración judicial. El testigo explicó que contactó con Zouhier en noviembre del año 2001 en la cárcel asturiana de Villabona, a través de otro confidente, y le ofreció información sobre tráfico de armas y atracos pero esperó a que saliese de la prisión, en septiembre del año siguiente, para retomar el contacto con él. Entonces le facilitó información sobre tráfico de drogas y blanqueo, así como de robos. Tardanza Según Víctor, Zohuier tardó meses en informarle de que Antonio Toro y su cuñado ofertaban explosivos. Aclaró que esa información fue recogida en una nota informativa y puesta en conocimiento de la comandancia de Asturias. Antes Víctor se desplazó al Principado con Rafa Zouhier para identificar a Antonio Toro. Explicó también que en febrero del año siguiente Rafa le entregó una muestra que había obtenido de los asturianos. Precisó que, según el criterio de un experto del cuerpo al que consultó, se trataba de un explosivo de mala calidad, pero admitió que no se había efectuado ningún análisis científico del mismo. El controlador de Zouhier relató también que Rafa le informó de una cita con los asturianos en Madrid y de que éstos ofertaban 150 kilos de explosivos, pero reconoció que llegaron tarde a la cita. Aclaró que su informador desde marzo del 2003 no le volvió hablar de explosivos y precisó que a Jamal Ahmidan, el Chino, no se lo mentó hasta la reunión que tuvieron el 12 de marzo, al día siguiente de los atentados. En otro momento de su declaración Víctor admitió que tampoco ofreció el dato de los 150 kilos de explosivos en su comparecencia ante la Comisión del 11-M y que el día antes llamó al comandante de Oviedo para pedirle que no trascendiese a la prensa la nota que le había sido remitida sobre los explosivos. También explicó que otro confidente -Nayo- le corroboró lo dicho por Zouhier.