Magdalena Álvarez inauguró ayer el nuevo itinerario y afirmó que el Gobierno está comprometido con la provincia de León
La LE-30 reducirá hasta en 40 minutos el tiempo que se tarda en cruzar León
El tramo que discurre entre la N-630 y la A-66, dentro de la LE-30, -segunda fase de la ronda Sur-, quedó ayer abierto al tráfico después de que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, hiciera los honores de cortar la cinta inaugural y alabara las características de una infraestructura por la que circularán, según las previsiones, hasta 15.000 vehículos diarios en el tramo más cargado, que aparece en las proximidades de la nacional 630. La titular de la cartera de Fomento destacó que la nueva vía disminuirá los atascos que soporta el cruce de Michaisa y su entorno y aseguró que circular por esta carretera en hora punta supondrá un ahorro en el tiempo de viaje de hasta cuarenta minutos para aquellos conductores que quieran atravesar la ciudad de este a oeste, o lo que es lo mismo desde el Alto del Portillo hasta La Virgen del Camino, sin tener que entrar en el callejero urbano. «Hoy es un día de alegría para los leoneses y también para el Gobierno, porque este proyecto da respuesta a la demanda ciudadana», reconoció la responsable de este área en el Ejecutivo central, quien acompañada por un nutrido grupo de representantes políticos y sociales de la provincia criticó a aquellos que denuncian que la obra no se ha ejecutado en el plazo previsto. «El periodo de finalización era de cuarenta meses, por lo que la apertura estaba fechada para el 30 de abril del 2007 y nosotros la hemos puesto en servicio el día 16. Así que no entiendo a los que dicen que ha habido un retraso», puntualizó la ministra, a la vez que recordó que el compromiso del Gobierno con León no termina en la red viaria y citó los Presupuestos Generales del Estado para argumentar que su departamento ha invertido en la provincia un 253% más que el anterior Ejecutivo, «lo que supone una dotación económica de 666 millones de euros en los tres últimos años», explicó Magdalena Álvarez, poco antes de recorrer en autobús los 5.900 metros de la nueva carretera, para cuya puesta en marcha el ministerio ha destinado casi 37 millones de euros. Una cantidad económica que se resuelve con un tramo que conecta la autopista AP-71 (León-Astorga), la AP-66 (Campomanes-León) y la A-66 (Ruta de la Plata: Gijón-Sevilla) con la N-630 (carretera de Benavente) y la N-601 (carretera de Valladolid). En este sentido, el itinerario por el que ayer ya circulaban algunos coches completa una variante de la N-120 (Logroño-Vigo) y suprime el tráfico de largo recorrido a su paso por los núcleos urbanos de León y La Virgen del Camino. Si la nueva autovía se explicara en cifras, decir que la sección de firme construida en el tronco de la vía está compuesta por dos calzadas de siete metros de anchura, dotada de dos carriles para cada sentido que discurren paralelos a los arcenes exteriores de 2,5 metros cada uno. En el eje se han construido 16 estructuras, de las cuales cinco son viaductos, siete son pasos superiores y cuatro inferiores. El puente que se levanta en el enlace número dos, sobre el Arroyo del Truévano junto a la localidad de Fresno del Camino, ha sido el más complicado de realizar, ya que tiene un lazo de curvatura variable y veinte metros de altura. Ramales de acceso El polígono industrial de Trobajo del Camino, así como el futuro centro del Grupo Rural de Seguridad tendrán un acceso directo a la ronda. Otro de los ramales conecta con el futuro tramo al Oeste del ferrocarril que da acceso al polígono de Villacedré. Y por último, existirá un nexo que unirá la actual ronda y la N-630.