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La Ponencia está integrada por 41 diputados que revisarán y negociarán las enmiendas

El Gobierno espera que la reforma del Estatuto esté aprobada este mismo año

Aguarda una larga tramitación parlamentaria, que se iniciará en la Comisión Constitucional Marín cree

Publicado por
R. Masegosa
León

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Por mucho bombo que quiera dársele, el debate que ayer se celebró en el Congreso de los Diputados es sólo un trámite más en el largo camino que aún le queda por recorrer al Estatuto de Autonomía de Castilla y León antes de ser definitivamente aprobado. De hecho, tras su toma en consideración, que fue lo que se aprobó ayer, no se espera que se produzca ningún paso más antes de las próximas elecciones municipales y autonómicas. Además, a la vista de la larga tramitación parlamentaria a la que se somete a toda reforma estatutaria, todo apunta a que, ni en el mejor de los casos, podrá ser ratificada antes del verano. En cualquier caso, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, espera que el nuevo estatuto de Castilla y León esté aprobado este mismo año. De cualquier forma, el siguiente paso que seguirá el texto castellano y leonés es su remisión a la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, presidida por Alfonso Guerra, donde se abrirá el pertinente plazo de enmiendas y, a continuación, se creará la correspondiente Ponencia. Sin embargo, antes de que todo eso se produzca, el futuro Estatuto tendrá que esperar su turno en la cola ya que actualmente se encuentra inmerso en este mismo proceso el texto canario, al que ya se le ha ampliado varias veces el periodo de enmiendas y todavía no cuenta con Ponencia. Una vez que se produzcan estos dos trámites, la Ponencia sobre el Estatuto castellano y leonés, formada por 41 diputados, revisará las enmiendas, negociará y finalmente dará su visto bueno a las que considere oportunas. Todo ello formará parte del contenido del dictamen que elaborará la Comisión Constitucional y que será remitido al Senado. En concreto, se remitirá a la denominada Comisión de las Comunidades Autónomas, donde se iniciará de nuevo toda una larga tramitación parlamentaria, con presentación de enmiendas, creación de Ponencia, debate, etc. Tras su paso por la Cámara Alta, el último trámite será su remisión definitiva al Congreso de los Diputados donde, de aprobarse, pasaría a convertirse en la séptima reforma estatutaria que cumplimenta todo el proceso. «La leyes orgánicas tienen vocación de perdurabilidad y el acuerdo es básico»