Patxi López descarta la foto en el banquillo por su reunión con Otegi
Patxi López y Rodolfo Ares, junto a sus respectivas esposas
El secretario general del PSE-EE, Patxi López, se mostró ayer convencido de que no habrá foto en el banquillo de los acusados porque, según él, no hubo delito en la reunión que mantuvieron los socialistas con miembros de la izquierda aberzale el 6 de julio del 2006. Así lo aseguró Patxi López a los medios de comunicación en la sede del PSE-EE en Bilbao, donde compareció en rueda de prensa junto al secretario de Organización, Rodolfo Ares, para informar de la declaración de ambos esta mañana ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en la causa abierta por las reuniones mantenidas con dirigentes de la ilegalizada Batasuna. «Sigo pensando que no habrá foto (en el banquillo)», opinó López, quien se mostró convencido de que este proceso «acabará en absolutamente nada» y acusó al PP y a su «satélite», el Foro Ermua -cuya querella inició el procedimiento-, de llevarles a los tribunales «por no plegarnos a sus estrategias». López insistió en que no desobedecieron la sentencia del Tribunal Supremo que ilegalizó a Batasuna porque, según explicó, «no nos reunimos con una formación política ilegalizada, sino con personas que, en cuanto tales, no estaban ilegalizadas y, por tanto, tenían sus derechos cívicos y políticos plenamente vigentes». Aval de los jueces Además, recordó que esa reunión, que se celebró en un hotel de San Sebastián y en la que estuvieron presentes Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia, contó con el «aval» y el «control» de los propios jueces, ya que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón autorizó expresamente la misma cuando la plataforma Dignidad y Justicia pidió su prohibición. López destacó la «honorabilidad de los objetivos» que perseguía ese encuentro, destinado, según dijo, a pedirle a la izquierda abertzale que rechazara la violencia y respetara las reglas democráticas, y recordó que el PSE-EE ya dijo que no iba a haber ninguna reunión más hasta que no existiera una formación legal que representara a ese colectivo aberzale en el País Vasco.